Democracia Real es Democracia Directa
El espíritu del movimiento del 15 de mayo es el rechazo a la partidocracia, es decir el gobierno de los partidos politicos y la reclamación de una democracia real. Esta aspiración de los miles de jóvenes españoles que han salido a la calle debe ser plasmada en reclamaciones concretas para implantar una democracia directa, en la que la voluntad del pueblo no se vea pervertida por intermediarios vendidos al capital financiero internacional y a otros intereses corporativos.
La primera constatación que se impone es que NINGÚN partido político representa al pueblo, ni PP ni PSOE ni tampoco IU ni UPyD, por lo tanto la reclamación de un cambio en la ley electoral no tiene ningún sentido en la medida en que su efecto sería el mero paso de poltronas CiU y PNV a IU y UPyD. Por lo tanto desde Valladolid debemos decir muy claro a todo el movimiento que los partidos, grandes o pequeños no nos representan y que nos desmarcamos de toda propuesta que conduzca a una mera redistribución de poder entre los partidos.
Lo que queremos es democracia directa y la forma de implementar democracia directa es el referéndum de iniciativa popular según el modelo suizo. Esto consiste en que a si una propuesta determinada es secundada por un número superior a las 50 000 firmas (a nivel nacional) o por un número superior al 1% de los inscritos a nivel municipal, dicha propuesta deberá ser sometida a referéndum y de conseguir la mayoría la propuesta en cuestión debe ser aplicada.
De este modo el proceso político pasará de elegir cargos públicos cuyas decisiones en nada representan los intereses de sus electores a votar regularmente por propuestas concretas emanadas del propio pueblo y los partidos políticos se convertirán en innecesarios. Un banquero puede sobornar a cientos de diputados para que decidan lo que a él le interesa, pero no puede sobornar a todo el pueblo. Por lo tanto exigimos la democracia directa encarnada en el referéndum de iniciativa popular y denunciamos las propuestas de cambio de ley electoral como propuestas partidocráticas y antidemocráticas.
İPartidos ni grandes ni pequeños, referéndum de iniciativa popular ya!
1 comentario:
La Plataforma aprovecha el descontento social provocado por el gobierno, circunstancia que le ha permitido engañar a gente de buena fe que pedía a gritos un “levantamiento social” contra los gobernantes han llevado el país a la ruina, que son el hazmerreír de sus colegas europeos, que han elevado las tasas de paro a límites inconcebibles hace unos años, que subvencionan asociaciones infumables, que promocionan la falta de valores y de pensamiento plural y que, en definitiva, han sumergido a España en la miseria, no sólo económica, sino también moral, cultural, social.
La gente descontenta se encuentra en todo el espectro político del país, desde la izquierda a la derecha, y por eso en la Plataforma han sido lo suficientemente listos para disfrazarse de “apolíticos” y captar así al mayor número posible de simpatizantes. Como vemos en la imagen de la página web del PSOE, se presentan como “ciudadanos normales y corrientes”.Lo que no dicen tan claro es que esos “ciudadanos normales y corrientes” son en realidad simpatizantes o militantes de izquierda, de esa izquierda que se salta la ley y las decisiones de la Junta Electoral (ya les funcionó en su momento, y seguramente a eso se debió el lapsus en el twitter de El País, cuando habló del movimiento “11m” y no “15m”), lo cual es incompatible con el juego democrático. Curiosa contradicción pretender “democracia real” quienes consideran que pueden saltarse las leyes a su conveniencia.Por descontado, la izquierda mediática les ha reconocido como iguales y se ha puesto totalmente a favor de los “indignados” de Puerta del Sol: Iñaki Gabilondo, Mercedes Milá, Leo Bassi… y otras caras conocidas del “no a la guerra”, además de políticos y simpatizantes del PSOE o de IU.
Parafraseando la frase del Evangelio “por sus frutos los conoceréis”, podemos ver, a través de sus peticiones, qué pretende este movimiento. ¡Sorpresa!: la tercera República. Aunque algunas de sus propuestas son de sentido común, en otras se ve el plumero de la izquierda rancia:Lo dijeron desde un principio, a voces y con pancartas. Todas las ideas son bienvenidas pero en ninguna fuerza política ni voluntad social, y donde el voto en blanco y el voto nulo «también tengan su representación» en el legislativo.
- Constitución de sindicatos independientes,
- Reformas en las condiciones establecidas en la clase política (fin de pensiones vitalicias, revisión de su gestión al concluir el mandato o «listas limpias y libres» de imputados)
-y la desvinculación entre Iglesia y Estado.(Y ¿no hay desvinculación entre islam y Estado? Este último es mucho más llamativo y mediante su brazo ejecutor, la llamada “Alianza de Civilizaciones”, sangra nuestros bolsillos para subvencionar el islam).
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