Decidme oh musas del Helicón,
pastoras de las huestes,
veladoras de los frutos de Gea y Urano,
que en mitad una llama a velar por
el resplandor de las hijas de Nix
encendéis.
Decidme destino de mi canto,
si entre la incertidumbre hay,
y si el llanto y la pena no lo quema
de la sin fin maldad de Ares,
mi juicio no nublan.
Decidme destino de mi canto sea,
si perdure mi ethos allá,
en las altas cumbre de mi Galicia,
amada Galicia.
Tierra, orgullo y tradición.
Decidme cuan negra será la noche,
que mis ojos la eternidad sumirá,
en cual lúgubre reposo,
daré fin a mi cuerpo.
Decidme ya pues amadas musas,
mi corazón de piedra,
mi alma de cristal.........
Decidme ya pues amadas musas.......
