domingo, 13 de diciembre de 2009

MÁS REFLEXIONES SOBRE LA NACIÓN

Un nacionalismo literario es aquel que pugna por un renacimiento de la idea como tal, através de la palabra y de lo que ella conlleva. Podríamos darle un significado romántico, atrabiliario, para poder realizar relaciones más complejas en el seno de las palabras y poder plasmar las ideas que hacen una reflexión sobre si mismas, y sobre todo lo que gira entorno a ellas.Luego de pensar que estas será llevadas a la realidad mediante la agitación propagandista, en la que se ofrecerá al público la oportunidad de sistematizarlas y adoptarlas a su persona. A eso llamaremos libertad, al poder del pueblo de renovar lo creado y aportar nuevas formas con nuevos nuevos instrumentos para un pensamiento en evolución.

Alguien dijo que la nación muere si las ideas mueren, si los que componen esa estructura ceden a los vicios ante los cuales sucumbió el antiguo imperio romano, ante los cuales lo hicieron otras muchas culturas que pueblan los libros de historia y han pasado a formar parte de nuestras enseñanzas para evitar un futuro indeseable. Pero indeseable es cuando los que lo crean son propiamente unos indeseables y ese mal no se quiere curar.
Pongo como caso al mal general de no saber ser Español, de ser inepto, vago y cretino condenando a muchos a un futuro desastre por un egocentrismo aplastante. No saber ver más allá de la propia realidad y negarse ante cual cambio que no sea de los tres caracteres ya descritos, pues nuestro problema es el caudillaje, nuestra historia lo refuta, un refutamiento en el que siempre las masas han sido guiadas por lideres, pues el pueblo no se veía componente de una magna estructura llamada estado, sino que lo veía como paralelo e incluso independiente a sus vidas. Y los lideres, de una tendencia ideológica u otra se lo han tomado con tanta seriedad que han llegado a imprimir el carácter de las masas en el suyo propio llegando a identificarse alguna vez con ellos, y en sus designios particulares hallándose la ruina de toda nación que se precie.

Si algún día, y cito algún día porque el futuro de este país llamado España se perfila como muy negro y no porque nos falte ilusión, sino porque no somos suficientes para portar ese énfasis de un nuevo renacer. Lo primero ha de ser abolir todo sistema bipartidista que se precie y con ello, no digo y muchos pensaran que si, abocar a una dictadura, en absoluto. Una democracia en la que el pueblo sea participe en sus decisiones y cada integrante de la misma sienta que gracias a él y a su férrea voluntad de cambio, y lo que pueda suponer un pasito minúsculo, con mil pasos será un paso, y con treinta millones será un pueblo entero el que avanze.
Un sistema que se inspire en los sindicatos, pero no en los sindicatos basura de nuestro tiempo, sino en los de toda la vida tales como la comunidad, la familia, el municipio etc. Entonces nuestra sociedad cambiará y con ello el concepto de nación y estado.