miércoles, 16 de junio de 2010

REFLEXIONES SOBRE LA MUERTE O EL CAMBIO DE NUESTRAS VIDAS


Aunque lo ocultemos y sea algo que es tema tabú, en el fondo tenemos miedo, mucho miedo a una palabra que a muchos de vosotros os suena a algo amargo, algo de lo que no queréis saber nada, pero que sin embargo, sabéis que esta ahí y es una cosa de la que no podéis escapar. Y ello es la muerte, es el silencio que se producirá en vuestro interior cuando dejéis de latir, el cesar de la respiración y la consiguiente muerte cerebral, que será como presenciar el derrumbe de un castillo de naipes que tanto nos ha costado levantar, pero es así. Algo triste, es cierto, algo de lo que todos tenemos miedo, pero realmente si lo pensáis es una tontería. Pues reflexionando, pienso que aunque infinito fuera el Universo, e infinitas nuestras vidas, tarde o temprano nos acabaríamos cansando de vivir y decidiríamos ponernos fin, aunque a muchos salte como primera reacción un rotundo "NO", pero os aseguro que os cansaríais.

En el fondo aunque lo neguemos, todos tenemos un alma, no una entidad abstracta, sino real, algo que no podemos apreciarlo, pero que sin embargo se nos muestra en cada uno de nosotros, y es el brillo de los ojos, el sentir de nuestro más primitivo Yo que fue concebido mucho antes de que fuéramos queridos por nuestros padres. Un Yo que es como una flor que a medida que va pasando el tiempo, se va secando, y justo cuando llega a su máximo momento de esplendor, desaparece. Tal vez ahí se halle nuestra respuesta a nuestro miedo más ancestral como especie.

La muerte en sí, en realidad es muy diferente a lo que conocemos. Como tal no es un fin, más bien un principio, es algo que dota de sentido, de coherencia a todo lo que hacemos.¿No habéis pensado alguna vez que ocurriría si desapareciese?. Voy a citar un par de elementos fundamentales en relación a esta pregunta que se verían seriamente afectados.

-El amor: Tendemos a amar a una persona o ser más allá de los instintos biológicos y egocentristas. Le amamos por su razón de ser, por la compasión que nos suscita por ese placer que nos otorga. Si la muerte desapareciese dejaríamos de apreciarle, dado que al amar no se ama al futuro, se ama cada instante aprovechándolo al máximo, pues sabemos que cada instante puede ser el último. Ello es la razón fundamental del amor. Si desapareciese tenderíamos a pensar que ya en otro momento del tiempo infinito lo podríamos hacer y con ello desaparecería nuestra humanidad.

-La historia: Como tal es la pasión por la superación que motiva una competición entre los hombres y las mujeres, por ser los mejores de su tiempo. Se mueve por el afán de el recuerdo, y a ello se le otorga la gloria, el triunfo sobre los demás. Deduciendo que la muerte es la razón de que vivamos, vivimos para ser recordados, para huir de nuestra extinción terrenal y conformarnos con que al menos viviremos en la memoria de la gente.

-La persona: como ser, al igual que ocurre con el amor, es el fruto de toda valoración, cuyo esfuerzo se ve recompensado con el aprecio y el cariño de sus congéneres tras una vida dedicada a la lucha por los demás. Entonces es gracias a la cercanía con la muerte cuando todo adquiere pleno sentido para ella, y el cariño ante la inminente partida de la persona en concreto se muestra más abierto y pleno. Eso nos da razones para que podamos vivir luchando.

Hasta ahí son tres las razones principales a mi juicio, que hacen que la muerte se nos muestre como una ayuda para vivir con más intensidad nuestras vidas, y despreciar lo material y vivir más en lo espiritual.

Termino con una última reflexión.

El objetivo de nuestras vidas no es aparentar, ni tampoco vivir conformes a los tiempos que se nos marcan por diversos factores. Entonces es ahí cuando se tiene miedo a morir, y en absoluto es la típica frase -anda que no quedan años para eso-. No, en el fondo tenemos miedo, nos marca cada paso de nuestro quehacer cotidiano, nos influye exageradamente en las decisiones que afectan entre otras cosas, al funcionamiento del estado, y bien sabemos el porqué las cosas están así, por miedo a enfrentarnos a lo desconocido, y eso mismamente lo simboliza la muerte, el cambio.
Cambio nada más. Si lo pensamos bien solo somos una conciencia creada en la adolescencia y que muere en la senectud, antes de esa etapa de nuestras vidas eramos simples vegetales, que sentíamos pero que no eramos capaces de analizar el estímulo, el Yo pienso, Yo existo de René Descartes. ¿Acaso sentíamos antes de ello?, la prueba es que la inmensa mayoría de nosotros solo conservamos de aquella feliz etapa o triste imágenes en el subconsciente, nada más, ni recordábamos lo que pensábamos ni lo que queríamos salvo que fueran objetos de consumo. Por lo tanto he aquí que tenemos que olvidarnos.

Puede que además de mis ideas aquí planteadas, la evolución haya querido que podamos duplicar la información y pasarla a otro plano del Universo como la física moderna ha demostrado su existencia. A fin de cuentas alma procede del griego "ethos" que significa "todos", y que hace alusión a todo aquello que nos forma. Tal vez, no lo niego, pues como he dicho la muerte no significa el fin, significa cambio, un cambio de estado material, un cambio de estado espiritual, no lo se. Pero si que si queremos vivir tenemos que aprender a valorar a las personas por lo que son y no usar el pr. relativo quien es. Pues nuestra vida solo tendrá sentido si luchamos por ella, en cambio, si solo nos aferramos al materialismo, realmente la muerte no será un cambio, será un fin en si mismo, y no habrá un renacimiento del Yo metafísico. Esto lo dijo Fernando Sanchéz Dragó, "solo viven tras la muerte aquellos que se vencen así mismos". Es una teoría solamente pero solo sé que sin la muerte todo lo que nos rodea no sería tan bello, ni tendría tanto sentido como lo tiene ahora.

Un saludo y luchemos por la vida.