jueves, 16 de septiembre de 2010

EL TORO DE LA VEGA.TRADICIÓN O BARBARIE


En la noche en la que escribo este artículo ha muerto un ser inocente estimados lectores/as, un ser inocente que brutalmente ha sido asesinado. En los medios han puesto que era una fiesta, y ese ser inocente no era una persona, era pues un animal como todos, solo que incapaz de defenderse ante el animal humano con su inteligencia que solo le ha dado poder para destruir por ironías de la vida y del destino. Y es una pena la verdad…

Como todos sabréis aquí en Castilla, tenemos una de las tradiciones más crueles de nuestro país. Una tradición que no se basa en el número de asesinatos, sino en la profundidad de este hecho como tal. Todos los años se celebra el Toro de la Vega en la localidad vallisoletana de Tordesillas. Cada año son más y más los miles de personas que acuden a ese pueblo a ver como a un pobre toro de estos de crianza le torturan. Miles de personas le persiguen desde el pueblo hasta las afueras mientras el pobre animal se va desangrando a consecuencia de las heridas de las picotas que le arroja todo el mundo. La sangre mana hasta que un lancero le da la estocada final y el pobre animal agónicamente se muere entre las risas y los aplausos de la muchedumbre. El pobre animal muere, me figuro que haciéndose preguntas sobre el por qué de su cruel asesinato, por qué la gente le quiere hacer daño, si él no ha hecho nada, ¿es que nacer es ya un delito?, según el pueblo de Tordesillas me figuro que justificarán esa tortura diciendo que sí. Porque ya me dirán ustedes que gracia tiene si tiene alguna claro, la de ver como miles de personas se abalanzan a por un indefenso animal y le fulminan entre risas, divirtiéndose, riendo ante los gemidos o mejor dicho llanto de un ser cuyas súplicas son condenadas y abocadas al silencio, porque según los tiempos modernos los animales no tienen voz, son objetos de consumo.

Entonces tu vas y preguntas a la gente que celebra eso y te contestan argumentándote que es una tradición de España, ¿podemos llamar tradición a un asesinato, a una muestra de cobardía, a un desprecio a la vida?, pues yo sinceramente para mí eso no es tradición, es barbarie, y como tal será de España y todo lo que quieran ellos, pero no lo acepto. No puedo ni podemos llamar tradición a una barbarie por mucho que este desde los anales de nuestra historia. Se entiende por tradición algo que transmite valores, si a esto le llamamos tradición entonces hay que justificar por desgracia el asesinato de niños de nombre aborto, porque esta es una consecuencia lógica de este desprecio a la vida, esta sodomía que busca en el daño a los demás y en el daño a la moral propia placer. Pues creo que una tradición simboliza la gloria, aunque es cierto, el hombre y el toro llevan relacionados toda su historia. Ya en nuestras tradiciones europeas como lo que vemos en el palacio de Cnosos ubicado en la isla de Creta podemos ver las primeras representaciones de un joven frente a un toro en posición como ritual de salto que la civilización minoica quien lo construyó así lo representaba. Y mucho antes. Pero era el individuo y este lo hacía porque el toro era lo natural, lo sagrado, la unión de estas dos fuerzas simbolizaba y creaba una conciencia que daba al hombre el espíritu de un dios. De hecho el Minotauro como tal es una representación de estas dos fuerzas y cuyo destino al ser mortal está abocado al asesinato como precio de tal gloria, en este caso por un héroe griego, Teseo. Por lo tanto hablamos de un rito, no estamos hablando de una tradición como las de ahora. Ahora no hay tradiciones respecto a lo animal, hay consumismo salvaje, los pueblos hacen su agosto mediante estas festividades, todo por el dinero, porque ahora por desgracia, y por mucho que nos pese la muerte tiene un precio.

He mencionado lo de los abortos como consecuencia lógica de estas tradiciones, es de necios pensar lo contrario, a fin de cuentas, ¿somos lo suficiente intolerables a este tipo de situaciones por mayoría?, yo diría que no. La gente indirectamente mediante el consumo puede llegar a suprimir esas tradiciones, pero a la vez está fomentando otras como la mencionada, la vida pierde su sentido y lo natural no digamos. Por ello sinceramente desde Tribuna de Europa alzo mi voz y animo a todos a hacerlo contra este tipo de barbaries. Con esperanzas es cierto, de que algún año sea el último y no halla que volver a mencionar este hecho tan tradicional y salvaje como es el Toro de la Vega, y así nadie tenga que volver a escribir artículos como este pensando en la cruel muerte de este ser de la vida. Pues la verdad, y es que los animales transmiten tanto en tan poco, en sus ojos esta la ternura, esta la vida y en ellos se edifica mucha parte de nuestra cultura y forma de ser. Diría que todo lo que nos rodea, hasta una diminuta partícula es bella y todo tiene su sentido, si lo destruimos nuestra existencia pierde su sentido