lunes, 1 de marzo de 2010

SOBRE LO CONSCIENTE Y LO INCONSCIENTE.III


Freud manifestó en una ocasión en una de sus muchas obras, claros índices de que en la mente del individuo se manifestaba una conciencia cuyo funcionamiento no estaba aclarado del todo, y era el inconsciente, o aquella consciencia sumergida en lo más profundo de nuestra mente, que determina todas nuestras acciones. Freud comentó la idea de que nuestra consciencia nos muestra una parte de nuestro cerebro que nos guía mediante los el matriz sensoromoria-motriz(idea expuesta también por Piaget), mediante el mundo físico, y determina la idea de lo que pertenece al mundo real y lo que no pertenece, salvo al mundo de las ideas que a veces se nos muestran mediante experiencias alteradas de nuestra capacidad sensorial como reales; Configurando así nuestra estructura de pensamiento consciente. Ello puede ser la representación en las leyendas andinas de Trieckester, un dios que tenía dos cabezas, una representaba la realidad, la belleza y la armonía, así como la capacidad de inteligentsia; Mientras que la otra representaba la fealdad, el desequilibrio, la maldad, así como la capacidad de romper con el equilibrio. Ello conducía a que Trieckester ante las situaciones de diversa complejidad que se le representaban tenía que usar ambas con sumo cuidado e igualdad, dado que lo contrario era abocar al dios a su destrucción al tener exceso de una función, en el mundo donde el caos y la armonía están en confrontación, y de cuya alianza surge el equilibrio. Sin duda una figura que representa la dualidad a la que la mente se ve enfrentada entre el inconsciente y su polar, el consciente.
De esta forma se nos hace imposible averiguar lo que puede ser real o lo que no, sino usamos ambas funciones de nuestra mente. Pero si retrocedemos bastantes siglos veremos que Berkeley a mediados del s.XVII nos cita a la realidad como experiencia reflejada por medio de nuestros sentidos, que a veces puede desconfigurarse y seguir presentándose como tal.
Esta idea sin duda parte de la concepción platónica de la realidad. Para Platón en su famosa "caverna" nos habla de aparentes realidades que nuestro cerebro interpreta como tales. De esta forma describiría a unos sujetos encadenados a una roca en el interior de una caverna, que solo pueden ver las sombras y los seres y de los objetos que por efecto del fuego detrás de la roca a la que permanecen encadenados, se les muestran como sombras en la dirección en la que sus cabezas enfocan. Por lo tanto estos sujetos nacen con la idea de que lo que están viendo fruto de los estímulos visuales e incluso sonoros, es la realidad como tal, y que nada les hace pensar que ello es irreal dado que se han educado de esa forma al haber sido adquirido por el inconsciente. Ello hace que este les dicte la forma de pensar sobre la que han de vivir encadenados durante toda su vida a esa roca.

El relato termina cuando uno de ellos consigue romper con la idea de su inconsciente y liberarse de esas cadenas, liberándose del miedo a huir y escapar de la caverna y abrazar el mundo real que se le presenta a sus ojos, y cuando comprende que todo aquello que le rodeaba en la caverna era una ilusión provocada en su mente para someterle a la esclavitud del engaño de los sentidos.Pero la pregunta que se debe hacer aunque en el relato no se halle es la siguiente,-es aquello que mis sentidos aprecian real y aquello de lo que me he liberado irreal, un sueño, una fantasía, así como aquel mundo nuevo que he abrazado la realidad como tal?-.Evidentemente la figura de Trieckester se nos vuelve a aparecer, y es entonces cuando la realidad pasa a ser analizada por las dos consciencias, el Yo consciente y el Yo inconsciente mediante el análisis de esa realidad, para comprenderla mediante la experimentación de la razón con ella.
El relato aunque no nos concierna mucho en el tema que estamos tratando, termina con el liberto bajando a la cueva y explicándole a los demás la verdad como tal, y siendo asesinado por aquellos que por el miedo se niegan a abrazar la realidad.

Nuestra interpretación sería que el individuo sería nuestro consciente en dicha cueva, aquello que ha aprendido todo lo que ese engaño le mostraba, y que le permitía abstraerse y no preguntar el porque de su esclavitud. Mientras el exterior a la cueva sería el impulso que le llevó a liberarse mediante la necesidad del inconsciente de hacerse preguntas mediante la curiosidad(H.G.Gadamer, filosofía hermeneutica). Así el exterior sería la forma inconsciente que se le manifiesta mediante impulsos cuya aparente esencia de significados le llevan a tratar de averiguarlos y con ello dar respuestas y más tarde, los impulsos necesarios. He de destacar la importancia de los sueños como vinculación entre la realidad y la pregunta, que en el siguiente artículo trataré.