sábado, 28 de mayo de 2011

CAMINO A LA PERDICIÓN


Dolor...
¡que agonía de llanto, de fatalidad,
pena y desasosiego!

...

¡No!, mas y no me miréis,
que mas no puedo seguir viendo,
deseando cercenarme estos ojos,
en el silencio de las estrellas,
que mudas miranme con pena,
allá en el cielo mientras vivir vivo,
esclavo, roto por dentro.

...

Oscuridad, el frío me arropa, tratando de vencerme,
olvidado, tirado, allá arrastrado,
sin pena y sin gloria,
nada pues de gloria en mi siento,
nada por lo que merezca pena la de seguir viviendo,
aterrado y asustado,
en sueños veo al fin, odiado fin,
que termina por hacerse en mi la locura,
la rabia por vivir aterrado, loco,
sin pretenderlo...

¡Quiero huir!

¿A dónde huiré, si mundo me es mi cárcel,
y presa soy cazado por la vida,
queriendo escapar a ninguna parte?

¡Quiero huir!

Y caminos son los que rotos,
la perdición es mía,
las gaitas suenan,
las escucho,
escucho a la locura,
ebrio bailo,
perdido en el mundo,
perdido en la vida,
y unos vienen y otros se van,
aterrado quiero huir,
caminando hacía la perdición,
ebrio y loco,
a donde el horizonte se cierre ya por fin,
y no amanezca,
nunca más.

¡Quiero huir!

A donde el cielo siempre eterno
sea bordado el horizonte,
por la estelada melancólica
del Sol que se pone,
allá a lo lejos,
en los albores del firmamento
sobre el mar al que dora,
y cuan mi corazón no chilla,
nada que haya habrá de existir,
solo yo y el mar
pálido ante mis ojos,
dorando mi cuerpo,
huyendo de la guerra
caminando hacía lo eterno,
y que mi nombre solo sea
un recuerdo...

¡Quiero huir!

...

Esta anocheciendo,
¿veis al ponerse al final desta orilla,
surcar con sus rayos nuestros rostros?,
¿veis al amor izarse sobre vuestros corazones,
y entregaros la ilusión y la esperanza
por soñar?,
y cantar la armonía de la vida,
en este mundo de locos,
y mis sueños cumplirse ya por fin,
solo en mi interior,
y anhelar el fin de la guerra,
mas y pues cansado estoy de combatir,
en esta guerra por ganar el ocaso de la perdición,
del silencio de la derrota,
de la noche roja de sangre,
que llanta ante sus hijos que a la guerra,
van a morir llorando,
despidiéndose del mundo,
despidiéndose de la vida,
caminando hacía la perdición.

...

Silencio.

...