lunes, 8 de junio de 2009

DESNUDEZ


Es el tiempo como un hilillo,
como una flor que nace,
impulsada por la magia
del destino,
mientras lento mece el viento,
a la tierra proveniente de la magia
de la vida cae.



Tan diminuta como un bonsái
crece,
tan fuerte como un roble
siente.
...


Como pasa el tiempo,
es así mi sangre,
que con brío por mis venas,
hacia largos caminos,
eternos para la eternidad,
corre.


Es mi destino la salvación,
tal vez un sueño,
un motivo para vivir,
una esperanza que a la deriva
une...


En los dioses por medio
de las noches,
por encima de los ecos,
trato de buscar,
el sentir de la humanidad,
el motivo, el porque,
de las palabras,
el razonar,
de tan locura llamada amor.


Una cara,
una sonrisa,
una palabra,
una luz que me incita,
en mi corazón a navegar,
por las turbias aguas de la vida.


Y es en medio del mundo,
parado entre dos mundos,
la montaña y el desierto,
y entonces me siento,
como una flor marchitada por fuera,
pero fuerte por dentro.


Yo solo desnudo,
sin rostro y sin palabras,
en busca de la libertad,
en busca de la paz.


Esperando a escalar,
con mi único compañero
llamado voluntad,
aquella montaña,
que tengo miedo de mirar.