viernes, 19 de noviembre de 2010

POEMAS EN LA ESPAÑA TRÁGICA




I

Mi corazón se halla en vilo,
ya no es tanto el júbilo,
que mana solo melancolía,
del ser y su tristeza,
buscando a sus dioses.

Héroes y mitos se funden en mi tristeza,
vagando y solo en una tierra en un ruinas,
llorando y chillando en una tierra de cenizas.

¡Mas ya no puedo más el verme en mi destierro!,
víctima de un pueblo que por ser yo mismo me condena,
que de la ignorancia me hacen su desprecio,
mientras en vano mi voz trato que escuchen.

Mas y me pregunto,
¿no es mi amor hacía él,
único e invicto fruto de mi locura?,
y cesa el llanto,
ya desterrado por cobardes a los que amo,
ya desterrado por quienes mis palabras odian,
que mi ser les ama, pero ellos,
no entienden mi canto,
canto por la libertad, canto a la esencia,
y risas y odios conjuransé en mi tristeza,
mientras odiado sigo caminando,
mas ya ni tengo rumbo fijo,
solo soledad y adiós, que en mis espaldas,
hilillos de fuego se van cosiendo.

Y a solas vivo injuriado,
mas ya de vivir no tengo ganas,
pues dichoso es el precio que por la libertad
ha de pagarse,
en la incomprensión por aquel mundo presuntuoso y "libre",
que con cuchillos filos son los de la ignorancia,
preguntando quien robó al Sol,
cuando el Sol no fue robado, en un mundo en llamas,
marchó por la pena de verse solo, sin ser amado,
y allá en el firmamento me espera su compañía,
pues dichoso y maldito es el mundo,
en el que vivir me ha tocado,
mundo de sumisos, mundo de pena,

II

Quiero a las cumbres elevar mi corazón,
he dejado de creer en España, ya no creo en su raza,
ya no puedo cargar con su cadáver,
anoche sepultura y honores
conferí a su enterramiento,
entre lágrimas en los ojos me alejé,
de sus recuerdos ya despojado,
pues España murió hace tiempo,
en su cadáver moscas y gusanos,
hacían de ella su alimento,
solo había razones por las que en mi corazón,
ya sin esperanzas, la enterré.

En busca de la raza del espíritu,
en busca de la raza eterna e inmortal,
que su esencia se halla en no ser,
en buscar más allá de por tierras y por océanos,
en buscar donde solo el alma en altas cumbres,
en el pleno firmamento pueda elevarse.

Atrás quedan sueños y esperanzas,
ahora mi vida centrase en buscar y ser,
de las esencias parte,
navegar por entre los límites,
en busca de la verdad,
luchando contra el destino,
en la soledad de la montaña,
titánica siendo mi empresa,
pero gloriosa mi tarea.

Elevarme en camino voy,
y no sí un día regresaré,
no lo sé,
solo sé que más allá de todo,
vereís en la lejanía del firmamento
a una estrella brillar,
será mi alma en vuestros ojos reflejada,
llorando con cada rayo de luz,
una lágrima por vuestra existencia.

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