viernes, 30 de octubre de 2009

MADRE TIERRA...


Madre...
te tiñes de rojo y muda
pálida y melancólica,
callas,
y ves llorar a tus hijos,
y ves tus lagrimas caer,
y ves de los cielos,
almas apagadas que ruegan,
amor y paz,
almas vivas que ruegan,
odio y guerra.

Y llantas de pena,
al vernos sufrir,
porque nos das vida y renegamos,
y soledad queremos poner fin,
pues el no creer en tu gloria,
el renegar de ti,
nos hace sufrir sin cuenta darnos.

Y a veces en silencio,
miro a tus hijos,
mis hermanos,
camino entre ellos y me fundo,
como la nieve es agua,
y les siento porque les amo,
y les quiero porque son mi vida,
y sus sueños son mis esperanzas.

Como perlas se mueren y ascienden,
más su recuerdo, su alma, allá,
en las estrellas reposa,
y mi ser,
parte mía esta con ellos,
parte mía esta en mis palabras,
pues soy un lucero,
vuelo y vuelo y mi recuerdo,
reside en el viento,
en cada porción de ti mundo.

Porque me llamas a luchar,
no perdón y confundo,
porque me llamas a amar,
y alegría mía en ti reside.

Que la vida es un poema,
que la vida es larga,
pero corta ventura.
y cada segundo, milésima,
maravillosos son,
que en cualquier momento izar puedo,
y lanzarme al horizonte a navegar.

Más no dejare de quererte,
a ti y a mis hermanos,
por regalo de estar con ellos,
tu me otorgas.

Por ti madre.