sábado, 19 de febrero de 2011

LA LEY DE ALEXANDER


Esta es una ley mía, una ley que aprendí cuando tuve el accidente que casi me cuesta la vida, cuando vencí a la muerte. En esta ley se recogen varias normas que han de cumplirse a rajatabla. Cualquier incumplimiento de esta ley supondrá un castigo interno en la moralidad de los individuos. Esta ley es una ley voluntaria, solo la cumpliran aquellos/as que estén dispuestos a ello, a superarse a sí mismos/as. Es una ley con carácter discriminatorio, no la podrán cumplir los cristianos, musulmanes, y demás religiones monoteístas. El carácter de esta ley es la rebelión de los hijos/as contra el padre/es por innovar y adentrarse en lo desconocido, en pocas palabras, en lo nuevo. Por ello solo la podrán cumplir aquellos/as que estén dispuestos/as a ser verdaderamente libres. Quienes no se consideren o no aspiren a tal virtud mejor que se queden con sus sermones y arengas de carácter hipócrita. Por último, no se admiten fanáticos/as, la ley es libre pero de obligado cumplimiento pero sin fanatismos, el fanatismo solo genera odio e ignorancia, en cambio esta ley genera libertad y más libertad.

NORMAS PARA EL CUMPLIMIENTO DE ESTA LEY:

I: La ley es dura pero es la ley, por lo tanto ha de cumplirse.

II: La ley genera sufrimiento, dolor, angustia existencial, soledad. Pero a cambio genera libertad, placer, dolor, angustia, superioridad, amor a los más débiles.

III: Para cumplir debidamente con la ley el hombre o la mujer deberán llevar su cuerpo a su extremo sufrimiento. Esto es que lo llevarán a la muerte, la besarán y volverán vivos/as. Esto se consigue mediante el deporte y el pensamiento, ello genera unas ansias de descubrir lo desconocido y explorarlo.

IV: El sufrimiento no es dolor, el sufrimiento es placer. Quien sufre es aquel que teme al sufrimiento y al dolor. En cambio, quien no lo tema, para cumplir con la ley, lo asimilará y será como ellos.

V: Si temes a la muerte sé como ella, sientela, besala y regresa vivo/a. Entonces la muerte será parte de ti y no tendrás miedo a lo desconocido.

VI: La ley obliga a no retroceder, quien retroceda no será digno de cumplir la Ley, y por lo tanto deberá obligadamente abandonar. La Ley marca que todo hombre o mujer dispuesto a cumplir no deberá jamas retroceder. La vida es dura, el ser humano es un ser incomprendido. Mediante el cumplimiento de esta Ley conseguirá vencer aquello a lo que teme, al destino.

VII: En caso de que el individuo se viera en un estado de extremo sufrimiento no recurrirá jamás en auxilio de nadie. Para ello es permitido el uso del suicidio como forma honrosa de morir en el camino. Para ello me remito a la norma VI en la que jamás se debe retroceder. Es preferible para su obligado cumplimiento el suicidio voluntario/a.

VIII: El fin de esta ley es liberar al hombre o a la mujer. Por ello se condena tajantemente a toda aquella creencia que sea monoteísta. Es decir, que haga sumisos a los seres humanos. El fin de esta ley es matar al padre, liberar al ser en pro de su libertad. Quien no cumpla este último apartado no será digno/a de cumplir tan estimada Ley.

Aquí concluye la Ley de Alexander.