domingo, 15 de mayo de 2011

LA BATALLA POR INDRA


Hunde el día sus plegarias,
en mitad de la batalla que acecha a lo lejos,
y es Indra quien de nuevo, ve matarse a sus hermanos en la batalla,
y a sus hijos ser sometidos a prueba,
el valor, el temperamento, el vigor,
bajo los hilos del destino,
que a la oscuridad sus almas somete.

Allá arriba chillan los soldados en la guerra,
con vigor se apresuran a ganarla,
blandiendo sus espadas ceñidas en la luz,
sus enemigos sus arcos ceñidos en la oscuridad,
y son blancas sus flechas que se desvían,
y caen en tierra de mortales,
que temerosos bajo sus lechos de piedra,
buscan la protección ante el miedo el de sin valor lanzarse a la batalla...

Lágrimas vertidas sobre la tierra,
mezclada con los gritos de la guerra,
sin cesar, la batalla continua,
chocan las espadas con fuerza,
rebotan las flechas sobre los escudos,
...(por un bando la batalla se decida),
clamando a Indra que justo y sabio,
arroje sobre unos su bendición, la esperanza,
mas y pueda la batalla decidirse y por ende terminarse.

Se rompe el frente, la luz carga, la luz se arroja,
truenan los cielos de dolor, con sorda la furia,
la sangre derrama sobre la tierra, se colapsan las almas,
y todos huyen, y todos huyen,
y las tinieblas firmes se mantienen,
y la luz perece fruto de sus pérdidas,
y al horizonte Indra calla, en silencio permanece,
y solo su corazón llora...

De los esclavos que temerosos y ocultos por la batalla,
un solo hombre esta combatiendo, con su alma,
fuera de los refugios de piedra, de las mentiras de cristal, y avanza,
cubierto su cuerpo por la sangre del cielos,
rasgando su cuerpo las flechas de las tinieblas,
para bajar su vista y avanzar a su escudo, aferrado,
hundiéndose sus pies en la sangre,
solo frente a los dioses, combatiendo a su lado...

A los cielos alza su vista que de furia brahman,
rogando las tinieblas para que baje sus ojos,
que entregue su corazón al miedo y su siervo sea,
que se oculte en la morada, y más allá no vea,
-se ganará la batalla-exclaman en su corazón,
-¿quieres la luz? nosotros te la daremos si nos apoyas,
nada se sabrá y en tu corazón, dolor no habrá-,
Y crujen las tinieblas ante su silencio...

El hombre mira al cielo solo, le cuesta avanzar por la sangre,
mira al cielo tronar y no siente miedo, mas y ríe,
ríe ante la oscuridad, henchido de valor,
los esclavos tienen miedo, lloran, la oscuridad está con ellos,
se aferran a su dios de piedra, le ruegan,
carecen de voluntad,
lloran de miedo y no miran al cielo, no luchan por la luz,
prefieren seguir mirando abajo, a la oscuridad...

Más y más, el hombre sigue avanzando,
y de los cielos comienza a brotar una luz,
replegarse la oscuridad, que dispersa por el cielo, combate,
aún tratando de tentarle para que huya,
la luz ciega y hunde bajo su luz a los vencidos,
que chillando tratan de huir, y son consumidos por la virtud que les mata,
e Indra sonríe y extiende su amor por entre sus hijos,
que no le quieren ver pero que él si que les ve.

El hombre mira a Savitri brillar y siente su alma complacida,
Savitri sonríe y el hombre brilla como aquel que le abraza,
y mira a su padre Indra, que orgulloso de su hijo
mira a un dios mortal y libre, mas y sonríe del orgullo,
y los esclavos siguen mirando abajo, sienten vergüenza,
y el hombre les mira con compasión pero con tristeza,
mira a Indra y con amor según avanza, regresa a su hogar,
a de la batalla reponer sus heridas en la guerra por la virtud...