lunes, 27 de abril de 2009

EL FIN DE LOS HOMBRES


Y entonces era negra la noche,
tan negra como el fulgor de la muerte que(suspiro)
lentamente se acerca hacia aquellos infelices
cuyos días en cielo y tierra,
ya han terminado.



(amor, locura,soledad...)


Negra como el infinito universo cuyo horizonte y melancolía,
se pierde entre los ecos de dolor,
de pasados lejanos azarosos tal vez,
que entrecruzan con historias de gloria y honor,
teñidas de purpura,
de perlas de hiel
congeladas en la negrura del fin del mundo…



Aquellos infelices,
cuyo día a mercere du los dioses
había terminado por un acuerdo entre la luna y el Sol
con la madre Tierra solo veían sus rostros,
(tristeza, pena, soledad...)
dos en el fulgor de la noche y las antorchas
que encendidas por el poblado de los pocos locos,
que quedaban mientras sus ecos en el infierno,
mudos retumaban,
y la sangre único menester,
ceniza de agua,
mientras llamas, pétalos rojos caían,
entre chillidos desollados incesantes,
picadas al viento,
en un mar de puñales en el que todo aquel que tuviera humanidad,
era exterminado por el placer de sentir,
poder otorgando o bien la clemencia,
o bien la pena máxima,
destierro du el corpo nostro.



Aquellas,
últimas gotas de vida,
sobrevivientes al caos loco e inmundo,
que haciendo gala,
uso de todas las demencias existentes como falso Trono,
pues así había sido erigido de la traición de los hombres
a sus antiguos,
encargado era de la muerte sembrar en lo llamado vida,
(llanto, agonía, muerte...)
de saldar como enviado del pasado viejas cuentas,
y ajustar en un mare nostrum de sin piedad
y locura cuentas con el presente.



Orgullosos fueron en su momento,
más este era la piedra angular edificada entre hogueras y pilas de cenizas,
aquella que,
entre sombras,
olor a end,
y el humo peste de la nada,
cantaba,
en lo alto de la colina mientras al fondo solo como luz última
había dolor y dolor….



(dilema, soledad, muerte...)