Deseo soñar, deseo imaginar,
estar a tu lado,
ver más allá del cristal,
romper el segundo,
romper el espejo,
sin el que deseo mirarte,
y ver más allá, y ver tu flor,
corazón de sépalo,
flor de algodón.
Solo un deseo...
Y miro al cielo, y exclamo,
-¡Oh blanca flor de mar,
que tu a mi no me quieres desear!
...
Y para el tiempo su hálito,
del tiempo me consume,
mía prisión infernal,
donde poder amarte sin no verte,
Y lloro y exclamo,
al ver a las hojas del tiempo,
izarse en el otoño,
vertidas al río del suspiro,
lloradas en el mar del silencio.
Y es el deseo, es la esperanza,
de algo mejor,
aquello que nos incita a amar,
aquello que nos incita a olvidar.
Recuerdos de una amada...