sábado, 24 de enero de 2009

AGONÍA

Mundo,
maldito seas,
si tu, cobarde,
no huyas,
aquellos que te honran,
envueltos en silencio,
tu los haces perecer.
No oyes pues mi eco,
solo me ves aterrado
correr de un lado para otro,
encarcelado estoy en ti,
y cuando mi eco
en tus entrañas retumbas,
sanguinarios mandas a por mi,
pues no hay lugar para la paz,
de mi vida.
Tu me la arrebatastes,
otorgándome una sangre
que bulle queriendo salir,
y teñir mis lágrimas de rojo purpura.
Y ahora aquí postro,
chillando en mi agonía,
mientras la noche es larga,
sopla mudo el viento,
y mi corazón aulla,
aulla de locura,
pues me he vuelto loco,
preso en una agonía
que nunca parecese llegar su fin.
Matame de una vez,
pon fin a mi llanto,
y que mi tumba sease.
"Si me buscáis allá en el mar,
mi tumba hallareis,
y tras ella el mar vereis".