viernes, 11 de marzo de 2011

¡A LA MIERDA, A LA MIERDA! O SOBRE EL VACÍO DE LAS PALABRAS


Disculpe, ehem,
¿quien eres tu?
-¡Una palabra, si, una palabra,
una maldita palabra en este mundo de palabras!-
¿Acaso crees que soy algo más que eso?-
No,no, perdone, usted es un nombre, ¿Alexander?
-¿Alexander? ¿y que es Alexander acaso?-
Pues disculpeme pero según los sabios,
pues...¡un nombre!
-¡Oh, vaya, Alexander un nombre, que gran descubrimiento!
¿y no sigue siendo Alexander acaso un nombre,
como otros tantos cualesquieran ser?-
Bueno oiga, solo le he preguntado,
mas y no debe ponerse así,
soy de una encuesta...nada más...
-¿Y de que encuesta es usted si sigue encuesta,
siendo una palabra?
¿Ello a usted más valor le da por ¡Ohhh, ser una encuesta!?-
Disculpe pero yo soy enviado del ayuntamiento,
que de palabras menores y mayores,
no es que uno entienda si ha de saberse,
cosa que ni puedo saberlo.
Señor mío, usted la palabra y no digo su nombre con favor,
hará bien en entender que en palabras no sé mucho,
-¡Yo tampoco, a fin de cuentas solo soy una palabra!
¿no lo cree usted así y me dirá que sí por miedo a la palabra,
que como tal es nada pero a la vez es algo?
¿y no en vano dirá usted que no por tener a la certeza,
que a la palabra se la confiere como válida?
y encima...¡me seguirá usted diciendo que siii!-
Oiga a mi me pagan por esto, la palabra es mi oficio,
y por ende apenas obtengo ni para pan, con ni poco beneficio,
-¡A la mierda, a la mierda, esas son mis palabras!
¡A la mierda, a la mierda, usted con ellas!-
Mire usted señor la Palabra, para eso va usted tan usted,
y habla con mis señores que palabras mayores son,
a uno le deja en paz que si no trabaja no cobra,
-¿No dijo usted en palabras anteriores,
que apenas pan si acaso agua tenía?
¿y me negará acaso que sus señores no son más palabras,
que no han de servir a nada, puesto que nada son?
¿y no es la palabra un jarrón que creemos que de agua,
por el cristal aparenta agua tener?
¿y no es la palabra la esclavitud del hombre,
y la esclavitud de la palabra en sí misma?
¿y no es mejor que sea la palabra al ser,
y sean las palabras actas de sentimientos,
que sean cultivadas por el pueblo,
a ser actas de esclavitud y defunción,
con las que a un pueblo entero se condena?-
Yo mire, me cuesta seguirle entre tanta pregunta,
pero si algo sé de buena o mala fe,
usted señor La Palabra,
es que con la palabra se expresa la orden,
la palabra surge de eso, para transmitir,
-¿Transmitir o esclavizar señor encuesta?
¡A la mierda, a la mierda, la palabra no vale nada!
No vale porque la hemos martirizado,
atados sus sentimientos,
en objeto de esclavitud convertido,
por eso la gente odia tanto a la palabra,
porque no aprecia su sentido,
no la llena, se subordina a ella,
sin embargo la palabra esta sola y sufre,
yo todos los días hablo con ella,
y llanta mediante mis manos de su soledad,
de que ya nadie crea en ella,
pero...¿y sabe qué señor encuestador?
Que quizás mi nombre solo sea una palabra,
y ahí he puesto a prueba su inteligencia,
pero más allá del nombre esta el sentimiento,
el sentimiento de libertad, el amor,
y no me importa cabalgar solo pues por estas llanuras,
desangradas por palabras malsonantes,
la palabra mi caballo y yo la espada,
juntos por amor a lo que sentimos y a lo que deseamos,
no tenemos un presente, ni tampoco tuvimos pasado,
tenemos el infinito, pues más allá por el firmamento,
volaremos ella y yo,
en la libertad de los astros que a los que sueñan conceden,
esa es nuestra esencia señor mío,
¡unase a nosotros, unase a nosotros!
la miseria puede esperar, su libertad no!
¡A la mierda, a la mierda!