jueves, 31 de marzo de 2011

MIS VERSOS EN TU HONOR, BAUDELAIRE


Lloro ante tus ojos como tuyos son los que me miran,
de un héroe olvidado, allá dejado,
en el panteón de los olvidados.
Y puedo ver cuan mundo frío era para ti,
la desgarración profunda que a tu corazón
tanto afligía, amigo Baudelaire.

Rebelde e incomprendido,
tus ojos me trasmiten dolor, rabia y locura,
pero a la vez amor, amor por verlos,
por imaginarme junto a ti leyendo tus versos,
fumando opio y bebiendo vino de Burdeos,
en la oscuridad de la lúgubre noche,
recitando en la oscuridad, dos almas errantes,
en la locura de la borrachera.
Pero tu a mi lado no estas,
eres un rostro mecido en el desasosiego,
una mirada rebelde que se supo rebelar,
contra una sociedad a la que odiaste,
tanto como yo lo hago ahora,
y tu espíritu fue infinito,
amigo Baudelaire...

Y me has llenado, me has enamorado de ti,
gozo con tus palabras, lloro de pasión,
al verme tan extasiado y verme imaginado,
que tu yaces detrás de mí, tu hálito incrustado,
y que son como los ideales, que hasta que no mueren,
no se convierten como tales, sollozando por existir,
y siguen cayendo al abismo, amigo Baudelaire...

Pocos ahora te recuerdan como tal, tu rebeldía,
tu melancolía, ira anticlerical, ¡por la libertad!,
cantando sin saber cantar, ¡idiotas!,¡hipócritas!
Blasfeman tus versos, hablan por hablar,
y tu no versaste para la ocasión,
no versaste por ser uso de la adoración,
versaste colérico por odio a tanta presunción,
rompiendo y desatando,
las más ciega pasión,
amigo Baudelaire...

¡Gracias, amigo mío, gracias!
Y borracho te prometo que a tu salud buen vino beberé,
en medio de mi locura, en mitad de mi amor,
Te amaré bebiendo, fumando y escribiendo,
blasfemando, odiando y escupiendo,
mis palabras con más ira si cabe, ardiendo,
amigo Baudelaire...