jueves, 2 de septiembre de 2010

EL SEÑOR DE LOS ANILLOS,MÁS QUE UNA PELÍCULA, UN MENSAJE DE LUCHA POR EUROPA


Anoche ví El Señor de los Anillos, entre esas tantas veces que no tienes nada que hacer, que por aburrimiento al estar todo el día encamado rehabilitándote de un accidente que me rompió la pelvis como es mi caso. Decides entre esos momentos de pereza en los que los libros ni la red palían tu aburrimiento, apretar ese botón del mando y encender la televisión, entonces empiezas a divagar entre la telebasura hasta que te encuentras con algo serio en mitad de tanta publicidad. Y así aconteció, sin esperarlo ahí estaba, la segunda parte de esa fantástica triología de J.R Tolkien llevada hace unos años a la gran pantalla por el director de cine Peter Jackson, y con un reparto encabezado por Vigo Montersen, Elijah Wood o Sean Bean, actores que junto a los demás hacen de Las Dos Torres una de las mejores películas de la triología. Pues en ella a diferencia de lo que nos quiso vender Miramax la productora y los medios encargados de publicitarla, la película va más allá de la destrucción de un anillo; va más allá de un simple cuento infantil con sus enanitos y sus gigantes cabezudos como si de una fantasía cómica se tratase. No, la película encierra muchas cosas, muchos mensajes encriptados que solo los más avizados y entrenados espectadores sabrán apreciar. Escenas, simbolismo, representaciones, actores, todo ello se conjuga dándonos un mensaje diferente, un mensaje de libertad...

La belleza de donde fue rodada la película, a los montes, praderas, el estilo rústico que se centra en una conjugación de la naturaleza encabezada por los árboles con su característico color marrón simbólico que se actúan como veladores allá en las praderas por la que los humiles campesinos cultivan con humildad sus tierras, con el respeto al medio. Respetando esa ligación entre lo humano y lo natural, esa sagrada y eterna alianza que da un pacto para prosperar entre las dos partes. Un acuerdo, no un contrato, un acuerdo de amistad, de apreciación entre ambas partes, que muchas veces se ve simbolizado mediante los diversos ritos y muestras de cariño, así como usos crípticos del lenguaje que se ven representados mediante lo natural. De hecho una de las pruebas que argumentan mis conclusiones es que parte de la simbología, los caracteres pictóricos que se aprecian en la película provienen de las runas indoeuropeas más avanzadas entre las culturas nórdicas y celtas de Germania e Iberia. Este tipo de runas como la runa de la vida representada en una especie de Y simbolizan a un árbol, y ese mismo árbol al ser respetado permite que sea usado como medio de expresión en el código del lenguaje de quien lo ha adoptado fruto de su acuerdo de lealtad.

Siguiendo con la película uno se fijará en los actores, estos sin duda nos recuerdan mucho a los caballeros feudales de la Edad Media con sus mallas, sus espadas etc. Pero en esta representación del perfecto caballero medieval se encuentra un simbolismo celta. Me explico, para los celtas tenían tanto o mismo valor las dotes de guerrero que las que vestían al alma, y prueba de ello era el pelo; tener el pelo largo, lucir una larga y castaña melena era símbolo de arrojo, de valentía y de coraje, así como de belleza natural, de acercamiento a ese pacto de libertad entre lo humano y lo natural; de hecho cortar a un caballero su melena era símbolo de castigo, símbolo de humillación por una conducta pecaminosa y que merecía ser penalizada con el despojo de sus atributos de guerrero. Pues en la película además se muestra al caballero como una conjugación entre lo sabio, lo sentimental mediante su conocimiento del medio, su abstracción representada mediante la transmisión y creación de mitos, así como su comportamiento caballeresco con los que le rodean, con el arrojo, el sacrificio por el pueblo.

Siguiendo con este párrafo, el sacrificio del caballero viene dado por una circunstancia que se muestra fielmente en la película. Hay dos tipos de combatientes:

Los caballeros: Para ellos la muerte es una iluminación que va precedida del arrojo sin miedo por la libertad. Esta es la defensa de los demás, el sacrificio por la supervivencia del pueblo, pero también por la gloria del uno mismo, del individuo. La luz solo es el final, es la deificación del guerrero en la conciencia colectiva mediante su transmisión oral o pictográfica. Entonces el guerrero al no mostrar temor ante la muerte muestra el doble de arrojo, siendo la unión de su espíritu guerrero con su espíritu físico la combinación que le da el título de caballero. También hay que recordar que el caballero es nombrado como tal por la pureza de su sangre. Ve en su cabello, en sus ojos una limpieza moral; es consciente de su origen, conoce su pasado, y por lo tanto tiene motivos para amar a su pueblo; sabe porque ha de combatir. Y al sentirse puro, ve la belleza original de cada persona, de cada raza o subtipo de raza, y ve en ellos la necesidad de combatir frente a la tiranía, porque la libertad la concede la identidad.

Los orcos, hombres bárbaros etc: Son guerreros que provienen del mestizaje con otras razas, perdieron su identidad, dejaron de saber quiénes eran y entonces fueron absorbidos por un tirano que les enseñó, les adoctrinó y les hizo sumisos ante su poder. Entonces perdieron su libertad, se hicieron corruptos, vendieron su alma al poder y se perdieron a ellos mismos. Es por ello que su falta de identidad hace que en la película su muerte se nos represente como una cosa sin importancia, porque no valen nada, ellos no lo aprecian y nunca lo harán por la pérdida de su identidad. Entonces la vida no adquiere más sentido que el que se muestra para producir y producir. (Quiero recalcar que Tolkien nos muestra en esta película una de las características del capitalismo, de lo que podría ser como una gran empresa o un gran gobierno que explota a los ciudadanos de extintas razas en pos de obtener más producción y poder, al precio de su sangre, de sus vidas carentes de motivos por los que rebelarse).

Otra de las características más importantes es el fuego. Aquí el fuego no se nos representa como un ente destructor, sino más bien como un ente liberador, un ente de infinita sabiduría que da un justo poder a quien lo porta; un conocimiento sobre todas las cosas que a la vez sirve como mensajero de la esperanza; como ente comunicador y unificador de las diversas tribus de una misma raza. Pues la luz es iluminación, concede el conocimiento, la justa inmortalidad que viene tras la muerte mediante la incineración, mediante la transmisión de una parte del alma del guerrero al cielo y otra a la tierra como señal de recuerdo y de pervivencia de una parte física de él.

Siguiendo con el citamiento de los elementos. La estructura de los edificios, simplemente bellísima en pocas palabras. Su arquitectura recuerda a el cuadro de "Roma moderna" del pintor italiano Pannini con los arcos curvados pero a la vez adornados de relieves y de bellas formas que toman su influencia de la catedrales de estilo gótico, dado que en ellas se hacen muchas representaciones de runas y simbolismo que en sí no era cristiano, sino que seguía las normas clásicas de simbolismo pagano mediante la inclusión de elementos de los que el cristianismo se había adueñado como el dragón símbolo de poder y representado en las mitologías y cantares del norte como Beowulf y Grendel. También se hace simbolismo de un claro mensaje unificador del que ahora hablaremos, como es la Torre de Babel de Peter Bruegel el Viejo, que se ve representada en Minas Thirit, el último refugio de los hombres blancos y la última frontera contra el terror del Imperio de Sauron o de las razas oscuras. Pero además de esa belleza, que se ve plasmada en los materiales como el granito según se aprecia, justamente corresponde a esa idea de pureza, su color es blanco, es la pureza que libera la mente, expande los horizontes y mantiene al pueblo en la sabiduría. Si seguimos viéndola, apreciaremos en los viejos monumentos que se nos muestran, las construcciones derruidas que la belleza sigue y ello es debido a lo siguiente: A otra referencia a la cultura europea. En la película se nos muestran como he dicho edificaciones y monumentos cuasi derruidos o en muy mal estado pero que siguen conservando su pureza, su intacta belleza, que nos siguen transmitiendo una gloria aunque ya pasada, una muestra de que en algún punto de la historia hubo un pasado brillante y que como si fuera un anciano, ahora cumple la misión de advertir a las generaciones venideras y de transmitir su legado. Eso en Europa se puede ver como el monumento noruego de las tres espadas en la península de Hafrsfjord, coliseo de la Roma imperial, o más comúnmente los templos y panteones griegos como el conocidísimo panteón de Atenas. Porque en la película se nos muestra una unión entre lo físico como medio de transmisión de lo espiritual, del sentimiento del escultor o artesano encargado de ello. Eso es el arte para la película que nos ocupa.

Viendo al elenco de personajes, hay una cosa que me choca, y eso tiene su porque en nuestras dos actrices, Miranda Otto que interpreta a Eowyn la princesa humana que termina por camuflarse en hombre y luchar en la batalla por Minas Thirit junto a sus camaradas por la defensa de su patria; Y por Liv Tyler que interpreta a Arwen y que es la princesa elfa que termina por renunciar a su inmortalidad gloriosa en pos de casarse por amor con un mortal, Aragorn, el rey de los mortales, por la unidad de la familia.
Aquí me llama la atención una cosa, y es el destacado papel de la mujer en el estado, su activa participación como consejera, su respeto a su feminidad pero a la vez su intención de luchar junto a los hombres manteniendo su condición femenina, su condición de mujer luchadora por su patria, y por supuesto por su familia.
Luego el papel de Arwen como la princesa que renuncia a sus riquezas como elfa por amor. Aquí el amor se basa en las intenciones espirituales, en la belleza de cada alma que se tiende a unir con su aparejada por un sentimiento que va más allá de obtener posesiones materiales. Es aprecio, sentimiento de felicidad lo que les une, pero también el combate por un mañana mejor. Ello equilibra sus sexos y los une en uno solo, y de ahí surge la familia.

Luego también me llama la atención una cosa, y es el modelo cíclico que en la película se expone. Todo siempre tiende a restablecerse con la teoría de los equilibrios. En la película los malos por así llamarlos prenden fuego al bosque, usan a ese poder para hacer daño, destruyen la naturaleza. Pero es la justa alianza entre los hombres y la naturaleza, que se plasma mediante Barbol en la segunda película de la triología, la que con su sabiduría y unión con los hobbits decide iniciar una guerra contra las razas mezquinas. Al final quien triunfa es la naturaleza, el retorno siempre es el reestablecimiento de los equilibrios naturales. La vida muere y la vida renace, es una constante. Solo aquellas almas que han obrado justamente son las que vuelven a revivir mediante el recuerdo o su encarnación en otras manifestaciones de la vida. Por lo tanto el mensaje de Tolkien es un mensaje claramente naturalista, es un mensaje de alerta hacia lo que empezaba a prever tras las dos guerras mundiales y el avance del capitalismo, la destrucción de los bosques ingleses.

Ya terminado este análisis de los principales elementos de El Señor de los Anillos solo me queda realizar la siguiente reflexión como punto final de un comienzo o de un final...

Europa está viviendo sus últimos momentos, una sensación de melancolía, de arrepentimiento la invade, un arrepentimiento infundado por la constante manipulación a la que se somete a su pueblo. Los europeos se han acostumbrado a vivir con miedo, tratan de huir de ese miedo refugiándose en el consumismo, olvidan su pasado porque una debacle en su interior, en el seno de sus corazones les impide razonar. Una fuerza mística, de lucha, se confronta por permanecer, porque es un mensaje de alerta, un instinto que la raza descendiente de las tribus arias lleva en su seno desde hace miles de años. Y ese instinto se confronta contra el consumismo, una guerra en sus corazones, y entonces el europeo cada vez más se va sumiendo en el dolor, en la desesperación, porque va perdiendo su identidad, su honor, y ese dolor termina por hacerle siervo de los poderosos de hoy en día que enseñan a los pueblos a olvidar; enseñan que los valores que les han guiado durante miles de años son malos, y que la luz es la tiranía de las grandes empresas, entes creados por poderosos, por personas que vendieron su alma, por personas cuya muerte no simboliza nada. En cambio me da gusto saber que todavía hay crepúsculos de individuos que pese a estar reducidos, pese al haber traiciones y farsantes que supuestamente van de identitarios y luego son amigos del enemigo, siguen resistiendo. Sus armas no son la violencia, está la usan cuando han de defenderse, sus armas son la palabra, la cultura, el amor por los demás, amor que se ve traicionado por el olvido y el silencio. Pues como un patriota español dijese hace muchas décadas, "luchamos por aquellos que nos odian pero que en el fondo amamos". Y ese es pues nuestro último deber, combatir por nuestra identidad y la de los demás pueblos frente a la opresión, al silencio y a la oscuridad. Porque nosotros somos la última llama, somos la luz que siempre perdura, y nosotros tras la muerte seremos recordados, entregado nuestro cuerpo a las llamas, nuestra alma al cielo, con las estrellas, y ahí perviviremos, como señal de que hubo un anochecer, y en la noche hubo una batalla por la libertad, y finalmente fueron nuestros hijos y nuestros nietos los que encumbraron nuestros cadáveres al amanecer y la bandera mientras seguía ondeando. En esta lucha que es la lucha por Europa, aquella bella dama, mortal, que fue fecundada por un dios, y que de ella surgieron semidioses, nosotros, los hijos de Europa.

¡POR LA LIBERTAD!