lunes, 20 de abril de 2009

ADIÓS HIJO MÍO...


Hijo mío,
Luz de mi vida,
Portal del sueño,
Entre tinieblas,
Mis ojos van cerrando,
Pues ya el día…
No me pertenece.

Solo el abrazo de la noche,
cuan negro es el final,
cuan complicado es el camino,
de un grano de arena,
hasta la orilla del mar...

Y hora,
Es de partir,
Lejos ya atrás de la alegría,
Y navegar por el oscuro,
Y triste infinito.



Mientras que tu,
Alma mía,
Largos años te quedan,
El azul eterno,
Por el cual marino de la vida,
Navegando,
Por azul eterno te convertirás.



Y no olvides,
Que la verdadera brújula,
Reside en el tiempo,
Y la buena barca,
Solo hallase en los confines,
De tu corazón.



No lo olvides hijo mío,
Me voy,
Adiós, adiós.



Cuan viajero vine a pescar con mi barca,
Cuan marinero con la barca vacía regreso.



Adiós alma mía