lunes, 12 de diciembre de 2011

PUTA NAVIDAD

A veces es doloroso, en mi caso lo cuento, estar encerrado en mi habitación, a expensas de un portátil que pronto desaparecerá, con palabras, decenas de miles de ellas cargadas a una red virtual creada por militares y por políticos para seguir nuestras actividades. Soy consciente de que me están espiando, de que me siguen, de que yo también seré su blanco cuando su dictadura alcancé el máximo apogeo y por ende instauren su reinado de terror ya de forma oficial, con ejecuciones públicas, asesinatos masivos, encarcelaciones de personas molestas a la opinión pública etc. Obviamente esto ya ocurre en otros países y la opinión ya ha sido aceptada por parte de la sociedad aborregada en la que vivo. El justificar tal asesinato porque se lo merecía por nosequé causa, por parte de sus amos. El no negar la culpabilidad del que lo ha o quienes lo ordenaron, síntoma de una sociedad enferma y sumisa a sus dictámenes. Y es así como vivimos, nosotros, YO HEREJE, condenado y tildado de loco por parte del sistema y de la población aborregada. Condenados al silencio, pero también a las llamas coléricas de la masa por haberla hecho pensar...

No hay esperanzas...

Y hoy, me he levantado y lo primero que he hecho, ha sido encender la televisión, apretar un botoncito, y conectarme con la teleirrealidad. He puesto la 2, más documentales sobre lo mismo, la felicidad, la felicidad, la conexión bajo un mismo ente, UNO PARA TODOS, y abnegación al pensamiento, mostrando a cientos de miles de personas caminar por las calles de una ciudad, de nombre New York, como modelo a imitar, de la vida happy. Y todos iban y salían de estaciones de metro, caminaban apilados...Y tuve miedo, al no reconocer a nadie, al mostrar indiferencia, tal vez la misma que ellos quieren que mostremos con nosotros mismos. Sentir como si fuera capaz de asumir la muerte de todas esas personas que caminaban por esa manzana neoyorquina, sin importarme en absoluto la belleza de cada una, ni el llanto de sus familias. Y es entonces...cuando un escalofrío repentino me ha sacudido la espalda, y he sentido, mucho, mucho frío en la nuca, una sensación de terror ante la sensación que estaba teniendo, y entonces, rápidamente he apagado la televisión. He salido al patio, y he contemplado mudo, el cielo azul con un Sol bordeado por alguna que otra nube invernal. He sentido paz,   y he contemplado mudo, la vida desvanecerse ante mis ojos...

He comido, y he vuelto a encender la televisión QUERÍA SABER QUE SE SIENTE SIENDO ESCLAVO, MIRANDO COSAS QUE A ELLOS TANTO LES AGRADAN, Y CON LAS QUE EDUCAN A NUESTROS HIJOS, Y SOBRE LAS CUALES DISCUTEN EN SUS BARES. Y solo he visto muerte...

Todas las cadenas mostraban noticias de asesinatos, mostraban sangre en el desierto, a causa de algún atentado que se había llevado por delante la vida de 20 personas, o en otras que habían muerto 100...200..¡o quien sabe si más! Y acto seguido, no sé si en broma, o es que los que los periodistas de esos medios son imbéciles, mostrando en el mundo occidental, España en este caso, el derroche navideño que los spanioglos vamos tener. Inocentes caritas de niñitos y de niñitas sonriendo ante la cámara, mamas hablando de los planes que tienen previstos para estas navidades. Y mi pesadilla se ha vuelto a mostrar de nuevo ante mis ojos...CIENTOS DE ESCLAVOS TRANSITANDO POR LAS CÉNTRICAS VÍAS URBANAS MADRILEÑAS COMPRANDO Y COMPRANDO...Y DE NUEVO HE SENTIDO QUE CON MI PIE PODÍA PISAR Y DESTRUIR SUS VIDAS, SIN IMPORTAR SU SUFRIMIENTO, DADO QUE SOLO ERAN BORREGOS, INSTRUMENTALIZADOS...

¿DÓNDE ESTA EL ALMA, QUE HA SIDO DE ÉL? 

Cientos de personas ajenas a la muerte y sin embargo conviven con ella viéndola en televisión. Y de nuevo he apagado el televisor, con tristeza en los ojos, sabiendo que han intentado que sienta indiferencia y egoísmo por los míos, mediante esas imágenes. Niñitos que heredarán una tierra en llamas, y que ya están comenzado a ser reprimidos mediante el consumo...Mamas felices que ni ellas se tragan su mentira, la de vivir en un mundo feliz, en un mundo de sangre por dinero....

Porque esa es la realidad que ellos nos inculcan desde que nacemos, la realidad de que todo tiene un precio, de que la vida humana no vale nada salvo si produce dinero y más dinero. Y por ello callan con fervor lo que sus crímenes producen en naciones de mundos ajenos a nuestra "felicidad" y a los que explotamos, todo para que un puñado de borregos puedan disfrutar de algo llamado felicidad bajo el nombre de la Navidad...

Para que pijas y pijos, ricos y pobres, todos puedan pasear por la plaza Mayor de mi ciudad, Valladolid, sonrientes, ellos y ellas, admirando una torre de Babel como es el Árbol de la Navidad, y puedan sonreír mediante una falsa esperanza inculcada por la televisión y demás ralea publicitaria, que con tanto asco, adorna nuestras calles...

Entonces cojo la bici, dispuesto a sentir algo de ese brío aire invernal, del que la masa se cobija en sus templos consumistas, y dispuesto sentir algo de esclavitud, me interno por el Paseo Zorrilla, la Calle Santiago...Y lloro de terror al ver la decoración navideña...Y es que yo no veo lo que ven ellos, lucecitas de colores, arbolitos, trenecitos para los críos, tiendas de belenes callejeros etc....-¡Noooo!-, y deseo morirme de tristeza, de agonía, chillando a solas...Veo...cadáveres colgados del Paseo Zorrilla, veo intestinos decorando los arbolitos navideños; ojos brillando como lucecitas;escaparates de maniquies pobres, de familias ante un cristal, llorando de hambre, con hijos deformes, separados de la realidad; trenes cargados de cadáveres del último atentado en Irak, o de la última matanza capitalista en África, y todos me miran, con lágrimas de sus ojos vacíos de vida, como preguntando que mal hicieron para morir en este mundo de locos. Y chillo, sigo llorando y huyo de ese paraíso infernal, de angustia, y con rabia, deseando hacer algo para que esta pesadilla termine, y ellos los esclavos, sufran como ellos, en la pobreza que han generado, sirviendo a sus amos...

Porque esta sociedad lo ha asumido, ha de morir gente inocente para que nosotros sigamos disfrutando de absurdos beneficios, de felicidad que nos infundan, para que no nos rebelemos contra ellos. Aún cuando ya no podemos alzar las manos para rogar al cielo algo de agua, dado que las tenemos encadenadas al suelo. Y esta es la cultura de la muerte de la que nadie habla, a los miserables olvidados de los que los justos, sean de izquierdas o de derechas, o de extremos, no mencionan bajo rojigualdas por aquí y por allá de si tradición cristiana, pues la Navidad es un símbolo de la patria ¡EN LLAMAS!

"Nosotros lloramos ahora y ellos ríen,
cuando ellos lloren, nosotros reiremos"