miércoles, 28 de enero de 2009

FRAGMENTOS DE LIBERTAD: II


"El cristianismo ha conseguido con sus nocivos dictámenes esclavizantes hacer de nuestra existencia un camino de despojo en el cual la vida cobra sentido después de la muerte.Pero si hay vida después de la muerte seguirá siendo lo mismo, pues habría otro final y la misma vida sería lo mismo que la primera. Esclavitud Universal, gran invento de los cristianos.

Mi conclusión es la siguiente: los humanos somos vida y seguiremos siendo vida eternamente, pues todo aquello que nos forma seguirá existiendo hasta el final del Universo, pues somos hijos de el devenir de el caos universal que dio origen al "todo" en su sentido más amplio.

El gran temor es perder el "yo soy consciente de mi existencia y por lo tanto pienso de Heiddeger", pero no olvidemos que solo es una mera conjunción de nuestro cuerpo y por lo tanto es algo natural y es deber nuestro asumirlo para nuestra realización como libertos.

Dicen que hay otro camino para ser inmortal y esos son los artistas, ellos siguen hablando a quienes observan, leen, escuchan sus obras, pues entre los vivos y el artista sigue habiendo una comunicación que se manifiesta en la transmisión de su ethos inmortalizado en el lugar que partió para ser depositado en nuestra conciencia. Por ello tal vez sea que el ser superior que murió esta vivo, y su vida se manifiesta por medio de nosotros, los seguidores que tratamos de llegar al estado que este alcanzo para manifestarnos como el, en una proyección de la que se alejan los estúpidos y las castas inferiores"

ODIO Y AMOR


Llanto y llanto,
murmullo que no cesa,
mientras se confunde
con la soledad de la noche...

Entre tinieblas
truene el silencio,
muera el momento.

Alaridos que se pierden
corazones que vuelan,
más allá del cielo,
de el infinito,
escapanse.

Mientras la ira refulge,
más alto pero suena,
el llamear de la sangre,
como lágrimas por el mundo
en silencio se derrama.

Mientras en una dura batalla,
el odio y el amor,
desgarrandose el uno el otro,
eternamente juntos,
y el mundo es sordo y olvida,
en silencio...