viernes, 9 de octubre de 2009

NUEVO CASO DE REPRESIÓN POR PARTE DE LA INQUISICIÓN MODERNA EN ESPAÑA


En su sentencia, la sección decena de la Audiencia condena a dos años y medio a un cuarto procesado, Juan Antonio Llopart, administrador de la editorial "Ediciones Nueva República", dedicada a publicar libros que justificaban el exterminio judío e incitaban a la discriminación y el odio racial, entre otros medios a través de la librería "Kalki", especializada en publicaciones de temática fascista.

A los cuatro acusados, que deberán pagar multas de hasta 6.000 euros, se les condena por los delitos de difusión de ideas genocidas y contra los derechos y libertades porque, en opinión de tribunal, a través de la librería, la editorial y artículos publicados en revistas incitaban al odio contra el pueblo judío y otras minorías y justificaban la violencia hacia esos colectivos.

El tribunal, además, imputa un delito de asociación ilícita al presidente de CEI, Ramón Bau, al delegado de la formación en Cataluña y dueño de "Kalki", Óscar Panadero, y al que fuera secretario de éste, Carlos García, por su pertenencia a una asociación paramilitar integrada en la organización neonazi.

Según la sentencia, la disuelta CEI comprendía un círculo interior, del que formaban parte los tres condenados, designado con las siglas CEI-SS o "La Orden", que pretendía emular la guardia personal de Adolfo Hitler.

Esa "Orden", cuyos miembros debían llevar uniforme, tenía carácter paramilitar y sus objetivos eran la promoción del odio o la violencia contra los judíos o las persones de otras razas o etnias a las que el nazismo consideraba inferiores, así como contra los homosexuales.

El tribunal considera probado que dicha organización, como reconocían sus propios estatutos, tenía por objetivo "crear un Estado Mayor que en un futuro pudiera liderar, en cualquier territorio europeo en que sus miembros pudieran encontrarse, una resistencia activa contra el sistema (incluso armada si fuera necesario)".

Incorporarse a "La Orden", añade la sentencia glosando sus estatutos, "era concebido como formar parte de un férreo colectivo de monjes guerreros (hermanos y hermanas porteadores de la espada y la cruz gamada), un círculo interno de nacionalsocialistas y, por más decir, de hitleristas fieles, firmes, seguros e imperturbables".

De hecho, en el juramento para entrar en "La Orden", los candidatos debían comprometerse a "mantener y defender la memoria de Adolfo Hitler" y a dedicar su vida "a la lucha por la supervivencia y supremacía de la raza aria y por la victoria del nacionalsocialismo".

El tribunal dedica gran parte de su sentencia a reproducir párrafos enteros de las publicaciones incautadas en la tienda "Kalki" o en el domicilio de los acusados, en los que se vilipendia al pueblo judío, se incita a la discriminación de las minorías étnicas y sexuales y se niega el holocausto nazi.

Respecto a la negación del exterminio, que el Tribunal Constitucional (TC) dictaminó que no es delito, la sala mantiene que "banalizar y ridiculizar el holocausto, como se hace en alguna de las publicaciones, es también una forma de justificar el genocidio".

Los libros y revistas incautados, añade el tribunal, contienen un "discurso del odio" con el que se procura "crear un estadio de opinión favorable a justificar, en aras a la defensa de la raza aria o indoeuropea considerada superior por los acusados, la discriminación, la violencia e incluso la eliminación de los judíos, los negros, los magrebíes, los homosexuales, los discapacitados o los enfermos mentales".

Tras su detención, los procesados entregaron 18.000 euros a las Comunidades Israelitas de Barcelona y España, SOS Racismo y Amical de Mauthausen, que ejercieron la acusación popular en esta causa.

No obstante, la entrega de esa cantidad, en opinión del tribunal, no puede justificar una rebaja de la pena por la atenuante de reparación, "por ser una suma ridícula en atención a la extrema gravedad de los hechos".

TODOS SABIAMOS LO QUE ESA PANDILLA DE DELINCUENTES LLAMADOS JUECES PERTENECIENTES A LA AUDIENCIA DE BARCELNO IVAN A HACER CON UN CASO QUE SE LES ANTOJABA FACILISIMO. POR TENENECIA DE LIBROS CUYA VENTA Y PROPIEDAD EN UN SISTEMA NO ES ILEGAL, PARA NADA, ESTAMOS EN UN RÉGIMEN DE LIBERTAD. POR DIFUNDIR IDEAS SEAN BUENAS O MALAS, HAY QUE RECORDAR QUE ESTAMOS EN DEMOCRACIA Y TODAS LAS IDEAS SON RESPETABLES INDEPENDIENTEMENTE DE SU CONTENIDO. Y POR PERTENECER A UNA SUPUESTA ORDEN A IMITACIÓN DE LAS ARIAS ANTIGUAS QUE ENCIMA SOLO ERA UN PROYECTO PERO QUE AHORA LOS FISCALES DE LA AUDIENCIA HAN DESARROLLADO PARA QUE ADQUIERA UN TINTE HOLLYWODIENSE Y CRIMINAL, Y CON ELLO SALGA EN LAS NOTICIAS TRES PERSONAS NORMALITAS PERO QUE SEGÚN LA PRENSA SON UNOS NAZIS MUY MALOS QUE DISFRUTAN VIENDO FOTOS DE MUERTOS JUDIOS Y QUIEREN DOMINAR EL MUNDO CON UN REGIMIENTOS SOLDADOS MONTADOS EN MONOPATINES.

Y MIENTRAS A LOS ETARRAS, A LOS QUE ATENTAN CONTRA LAS LIBERTADES BOICOTEANDO, DESTROZANDO Y APALEANDO A TODO/S AQUEL/ELLOS QUE NO ESTEN A FAVOR DE SUS IDEAS SIGUEN EN LIBERTAD Y EL GOBIERNO LES USA COMO HERRAMIENTA REPRESIVA...

POR LO TANTO AQUI TENEMOS A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN QUE EN RESUMIDAS CUENTAS ES UNA MIERDA PORQUE ESA GENTE NO OFENDÍA A NADIE SALVO A LOS QUE NOS GOBIERNAN, Y YA POR PENSAR QUE HAY COSAS MÁS INTERESANTES QUE EL BIPARTIDISMO, LA INVASIÓN DE ESPAÑA Y EUROPA Y QUE LA LIBERTAD Y LA VERDADERA DEMOCRACIA SE PUEDE CONSEGUIR...YA POR ELLO LES HAN CONDENADO.
PUES NO SE PREOCUPEN SEÑORES INQUISIDORES QUE DESPUÉS DE ELLOS ESTAMOS NOSOTROS, ASÍ QUE VAYAN PREPARANDO LAS ESPOSAS Y LAS CELDAS, PUES PARA NOSTROS DEFENDER NUESTRA LIBERTAD NO ES DELITO Y NO EXISTE PRECIO POR EL QUE DEBAMOS PAGAR. PERO USDETES SI PORQUE SON UNOS COBARDES, EN FIN...

Ahora publicamos un gran texto que hemos encontrado en la pagina del MSR y que nos parece apropiado publicarlo dado la sinceridad de su contenido y en homenaje a Juan Antonio Llopart su presidente.

Constitución española. Artículo 20

Se reconocen y protegen los derechos:
A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
A la libertad de cátedra.
A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.

Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Artículo 19

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el redifundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Constitución Europea. Artículo 11-71
Libertad de expresión y de información

Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencia de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.
Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

El lector tiene en la anterior página el Art. 20 de la Constitución Española, ley de leyes que define el marco jurídico, político y social de todos los ciudadanos sin excepción. También se puede leer el Art. 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, documento fundacional de las Naciones Unidas y pieza fundamental del actual Derecho internacional, firmado por España y reflejado en nuestra propia Constitución. Finalmente el Art. 11-71 de la Constitución Europea, aprobada por los españoles en referéndum, base del futuro marco legal de la Europa Unida. En los tres casos, se trata de artículos que consagran un derecho fundamental: LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y DE INFORMACIÓN.


Dicho esto, podemos afirmar sin posibilidad de equivocación, pues así lo demuestra la realidad objetiva que muchos españoles viven día a día, que los citados artículos (y por extensión, los textos en los que están insertos) son papel mojado en España, ante la arbitrariedad de los poderes del Régimen de la Restauración Monárquica surgido a la muerte del General Franco.

Los ciudadanos españoles llevan años y años soportando una represión ascendente y cada vez más asfixiante por emitir, publicar, exponer o informar opiniones e ideas que no encajan en el pensamiento único establecido por los poderes, convertido este en un discurso totalitario que busca la destrucción implacable de todo aquello (y aquellos) que se salen del estrecho marco de dicho discurso.

Libreros, editores, periodistas, partidos, asociaciones, colectivos, publicaciones, etc., sufren la persecución de la nueva policía política encargada de buscar a los “desafectos” al Régimen, con el afán y el entusiasmo que en la historia reciente han demostrado los chequistas del stalinismo, los escuadrones de la muerte de los países bananeros y los difamadores del macarthysmo norteamericano.

Ayer fue un profesor francés despojado de su cátedra, hoy es un historiador encarcelado en Austria, antes un editor de libros de temática histórica y mañana cualquiera puede ser la siguiente víctima del soft-totalitarismo de lo políticamente correcto.

Los caminos que la represión utiliza, como terror instalado que es, para conseguir la aniquilación social –y en ocasiones, física- de los “desafectos” son sobradamente conocidos por los que la sufren, pero ignorados por la mayoría de la población.

Los ciudadanos españoles ignoran la existencia de una represión directa de carácter policiaco y judicial. Por el primero, cualquiera que se salga de la “línea” puede ver su casa invadida cualquier madrugada por la policía, su intimidad violada, sus pertenencias requisadas y acabar en las sucias mazmorras de una comisaría, donde la tortura –física o psicológica- será la norma. Después vendrá el terror de la toga y la audiencia, que por la aplicación directa de los instrumentos de terror legislativo, llevará a la cárcel a ciudadanos por simples “delitos” de opinión o información, confiscará sus medios de vida, hundirá sus imágenes personales ante sus empresas, familias, vecinos y amigos... y los expondrá en TV como si de peligrosísimos criminales se tratara.

Tan importante, o más, es la represión indirecta, de carácter mediático o económico. Mediante la represión mediática, los “desafectos” son despojados de toda dignidad humana, deshumanizados y presentados como los peores criminales del mundo. Se manipulan los datos, se intoxica con historias inventadas, se miente sobre el pasado y el presente de los desgraciados que son señalados por los nuevos chequistas... es el asesinato social. Posiblemente, el represaliado pierda su trabajo o sea expulsado de su centro de estudios, molestado permanentemente por la policía política, insistentemente recordado en artículos, reportajes, documentales y libros por los chequistas de la pluma y la cámara buscando siempre nueva carnaza para mantener el terror social vivo. Además, el “desafecto” posiblemente se vea asfixiado económicamente por fianzas, minutas de abogados y procuradores, multas, dictámenes y costas judiciales. Con la posible quiebra económica, su familia se verá “dañada colateralmente”, lo que significará una nueva presión psicológica y un sufrimiento añadido. Finalmente, nada indica que el “desafecto” no pase a ser víctima de algún tipo de agresión física o “accidente” que le disuada de seguir siendo un contestatario de ese régimen de “libertades que disfrutamos”. Y englobándolo todo... el silencio, el vacío, el aislamiento social. La verdad nunca será conocida y la sociedad dormirá tranquila, pues la libertad está garantizada por los servidores que la defienden de tan “peligrosos criminales que han escrito o publicado esto o lo otro...”.

Dicen que en España hay un Estado de Derecho. Pero no es verdad. Basta una sola arbitrariedad del poder, una sola injusticia clamorosa, un solo incumplimiento de derechos fundamentales, para que este “Estado de Derecho” y todo su entramado legal no sean sino papel mojado, herramienta para el poder despótico y burla a la ciudadanía. No descubrimos nada si repetimos, una vez más, que el Derecho no es más que los intereses de la clase dominante convertidos en ley.

Sólo hay una salida y el lector de estas líneas la tiene en su mano y en la de todos: defender la libertad frente a los déspotas, denunciar a los chequistas y parapoliciales que asfixian esa libertad, tener el valor de hablar y nunca ponerse de rodillas ante quienes, cuando ya no tienen argumentos, utilizan la Ley como instrumento de violencia... o la violencia como instrumento de la Ley.
SUERTE CAMARADAS.