domingo, 19 de octubre de 2008

UN HOMBRE QUE TENÍA UN MENSAJE QUE TRANSMITIRNOS PARA LA POSTERIORIDAD


Anoche vi una película acerca de un tal hombre blanco de origen ingles llamado de seudónimo Búho Gris( Archie Belaney) que joven Él, con 17 años a Canadá se marchó a vivir en mitad de la madre naturaleza donde fue adoptado por los indios de esa región. Una vida que le proporciono autosuficiencia pero que se sirvió de la caza de castores para vender su piel hasta que un día vio a unas crías llorando la muerte de una madre a la que El había matado. Mal se sintió en su interior y las adoptó aunque en un principio lo hizo para criarlas y después muerte por la piel darlas, cambió y vio en la belleza de aquellas pequeñas crías de castor la belleza de este mundo, la belleza en la sencillez de lo que nuestra madre nos da el privilegio de contemplar cuando raras veces abrimos los ojos y salimos de el bullicio de un mundo atormentado del que somos participes. Al final se hicieron mayores y las libero para que la vida siguiera su cauce natural.

Este hombre pues, abandono toda caza por dinero y se limitó a cazar para auto abastecerse sin necesidad de nada más, pero este hombre se dio cuenta de algo, de una valiosa lección que a pocas personas la vida da, pues abrió los ojos y contemplo en las entrañas de la naturaleza la belleza de la vida y el silencio que esta otorga. Y esa lección le dio posteriormente un mensaje para transmitirlo a una sociedad que por aquel entonces al igual que hoy en día con la palabrería absurda de los políticos, maltrataba como hoy a su madre por la obtención de placer rompiendo los ciclos naturales.

Este adelantado a su tiempo vio como el hombre blanco estaba caminando sobre su propia destrucción, la destrucción de su hábitat natural, explotando los recursos, crellendose este eterno al tiempo y con poder de ejercer su falso dominio sobre el medio que le vio nacer y desarrollarse.


Los tiempos de antaño son los de ahora, pero ahora son peores, hemos conseguido lo impensable, hemos edificado un mundo ajeno al real, un mundo en el que solo prevalecen los intereses de adquirir y adquirir por la soledad que las personas tienen en su interior. Creyendo necios de alcanzar la felicidad destruyendo para consumir erróneamente.

Pero tontos somos que no nos paramos a pensar sobre lo que hacemos, pues creemos llamarnos hombres libres, cuando libertad murió al domesticarnos, al asignar a nuestras vidas rutinas basadas en el placer rápido con la consiguiente perdida de nuestra alma. Pues ya no sentimos lo que hacemos. Una cosa es sentir y otra la que nos padece es creer que sentimos.


Con todo ello, el hombre ya citado predecía que si no respetamos a nuestro entorno, hacemos las cosas con un equilibrio básico para sobrevivir, pronto perderemos la gran belleza que todavía hoy nuestra gran madre nos otorga, y pronto veremos el fruto de nuestra destrucción en el falso y egocentrico intento de ser dioses.


Va por usted Búho Gris pues su mensaje aun como otros pocos sigue perdurando en algunas mentes humildes que saben apreciar la belleza y el deleite en la sencillez. También quiero recordar a nuestro queridisimo amigo Félix Rodriguez de la Fuente que igualmente el amor a nuestra tierra nos enseñó.


Por ustedes y por los que aún sigan amando el gran legado que sin razón estamos destruyendo.