miércoles, 5 de mayo de 2010

NUEVOS TIEMPOS VIENEN


Esta tarde me peinó mis dorados cabellos que como el color de los bosques, cuando alba pálido les la los buenos días, el sol, estrella fugaz que imperecedera en la descansada orilla, nos mira. Sopló el viento meciendo las manos de la tierra, agitadas y altaneras y gloriosas, portando la vela, la llama de la vida, quisieron hacer frente a los brazos del rey, sangrando en la lucha en el vació inundando nuestras vidas con su áurea sangre.

De nuevo encendí mi pipa y la magia tras testigo mudo de la guerra, sorbito de café que tome, y pensativo me quede, mirando a mis semejantes. Como el destino teje sus vidas y las moiras les deleitan con melodía que mis oídos detestan, y sueñan con las paredes, hablan de ellas y cantan las alabanzas del pintor que las ha pintado, y sueñan ser como ellas.

De la repugnancia, sentí que el alma se me escapaba, y en serio lo digo. Me golpeó el corazón, queriendo volar, queriendo ir a combatir. La mano lo agarró, una poesía le recitó, y prometiéndole irme de aquel lugar, Él y Yo salimos a contemplar el rastro de tan cruenta batalla de la que los árboles se beneficiaban, y con ello el rocío cantar de alegría hacía a los pájaros que la libación de la sangre de los cielos, tomaban. Pues de ciertos es que cuando mueres la nada te mata, te olvida, pero tu esencia pervive, porque eres desde siempre, parte de ella.

Cuenta me dí mientras caminar, caminaba, que una batalla se acerca, que nuestro mundo se termina para dar eclosión a otro nuevo. Los héroes están a punto de volver y con ellos sus espadas que impondrán su justicia, la justicia del pueblo, de un algo que late en todos nosotros, y que pronto, muy pronto, nos dominará, porque ello es nuestro interior que lucha contra los titanes, y esa será nuestra batalla. Como dioses habremos de derrocar a los titanes, derribar las cuatro paredes, e instaurar nuestra justicia divina cortando cabezas de piedra de los falsos ídolos esculpidos sobre el miedo y la ignorancia.

Solo fue una sensación, pero puedo afirmar, que en mi corazón los titanes ya fueron desterrados al Hades. ahora dioses que no queréis ser reconocidos ante los cielos, venced vuestros miedos, vencer a las moiras y uníos a mí, y juntos acabemos con los demás, y resucitemos a la libertad.

NUEVOS TIEMPOS VIENEN.