Este poema no tiene nombre,
amada es la que me haya de amar,
si algún día serlo lo será,
y mientras bajo su estela,
yo me izaré,
yo navegaré,
melancolico,
al horizonte mirando,
...
No tengo tierra, ni montaña ni arena,
mi patria es la mar,
mi navegar,
mi amar.
Navego por tu corazón,
varando a orillas de la vida,
perlas tuyas mi firmamento,
y noches son las de mirar,
perdido en la mar,
esperando llegar,
a donde tus ojos,
díganme varar.
...
Cielo azul claro,
laido me mira,
la luz de la estrella,
me ciega,
¿eres tu?
...
Y quieres volar,
preciosa...
A donde tu quieras navegar,
y volarás,
por los firmamentos,
sin tu alma sin igual,
verás,
y sentirás...
No quieres olvidar,
una caricia de la mar,
no mires, no mires más,
preciosa,
sin tu flor volverás...
¿Y...quien te la quitó,
y tu sonrisa,
robó?
...
Nadie nunca te lo dirá,
deja llorar,
niña,
nadie nunca tanto te amará,
ojitos de cristal,
labios de papel,
nadie nunca tanto te amará...
Y será en un rincón,
lejano rincón,
donde tu volverás,
y verás a la mar,
y reirás.
Y nada habrá nunca,
que arrebatarte pueda,
tu sonrisa, tu juventud,
y nada nunca tanto te amará,
deja de llorar,
niña.
Vuela, vuela,
flor del mar,
vuela, vuela,
sonrisa de lavanda,
hallarás la estelada,
en la que dormiras,
y en mis brazos,
te amaré,
ojitos de cristal...
...
