Nos quejamos sobre vandalismo, tediente necesidad de la plebe de quejarse de algo sobre lo que tiene poder, de fastidiar al prójimo me refiero. Hablamos de que debe haber respeto, justicia y no se qué más patrañas sacadas de un diccionario de derecho sin ofender a tal disciplina, como sabios recitamos a algún autor destacado para sancionar tal caso de indisciplina, y sabios, ante los demás, como el galeno que engañaba a la masa con aquello de que era cierto que estaba muerto el paciente y que por ende, él tenía que cobrar, pedimos respetos, que nuestra autoridad moral sea firme y se obre respecto a ella como tal, con mirada baja, más los ojos no pueden mirar a tal ilustre, sabio de la nada, que muestra su deslumbrante figura ante nosotros, como sumo ejemplo de la razón, ilustre que conoce el camino a tomar en las vidas de los demás, él, el soberano, sabio de pacotilla. Y ante esto no vemos nada, nos cegamos, tratamos de injuriar a más no poder a aquellas personas que cometen errores nimios, absurdos, pues todos somos humanos y el error es la condición moral para progresar. Buscamos el regodeo mediante la injuria a esas personas, buscamos sentirnos algo que no sentimos, y eso es la hipocresía de nuestro tiempo una vez el poder es arrebatado al pueblo, la masa se tiraniza a sí misma, crea sus propias cadenas paralelas a las que el estado ha fijado sobre ellas.
La gente se queja de anarquía, y eso me sorprende, nos quejamos de cuatro mal domados que hacen gamberradas por el hecho de verlos, en cambio, de la anarquía política no nos quejamos, es algo que nos da igual, en el fondo parece que lo hemos asimilado, la necesidad de que una serie de figuras sean parte de nuestro culto diario, nuestros nuevos dioses vivos a los que respetar y alabar.Nos da igual porque en el fondo necesitamos una figura ante la cual ser sumisos, y luego ante otras gamberradas nos alarmamos. En fin, creo que el mayor éxito de esta plutocracia anárquica ha sido el de colar un mensaje de terror y caos bajo el nombre de democracia y libertad.
En fin...
