sábado, 31 de marzo de 2012

ÉXTASIS EN LA MAR. FOTOS DE ANOCHECER MÁS POEMA

Éxtasis de la vida, éxtasis, adorado éxtasis, que droga más buena, la droga del amor, la droga de la paz...

En mi soledad esta noche he sido poseído, por viejos espíritus que salieron de la belle Mar, algo me ha poseído. De repente mi mundo se ha transformado en luces de colores, en aces de luz giraban alrededor de mí,
y he pérdido el juicio, mi razón de ser...

Corría y corría, con mi fiel gaita, la cámara, por momentos sentía que tocaba luz,
al mostrar la belleza de mi madre La Mar, belle Mar,
y sentía la seda penetrar sobre mí,
envolverme en delicadas capas de amor,
y la brisa sentí pulir mi rostro, rizar mi cabellera, izar mis ojos hacía el firmamento...

Caminando y caminando, saltando de roca en roca, sin descanso,
jugando con ella, creando bellas imagenes,
como si poseedor me sintiera, de algo maravilloso,
efímero pero glorioso,
y triunfante notara,
a las almas de los errantes susurrarme al oído,
-siente y olvida a lo demás-,
-mundo de necios es este en el que vives, pero nosotros aquí estamos,
ven a visitarnos, adentrate en La Mar, aquí por fin descansarás,
y Océano tus heridas de guerra curará,
y La Mar por fin te amará,
navegante que con el espíritu navegas,
alejándote de los cobardes,
buscando a los héroes, que cruzando las columnas de Hércules perecieron,
buscando ese isla pérdida, en la que la paz y la belleza,
en uno solo se fundían,
y que Azar fue quien las destruyó junto a su hermano Caos,
y tu sigues buscando y buscando,
un mundo mejor alejado de la peste en la que has de vivir.
Despierta marinero, ya no sueñas,
ahora solo has de liberar al alma del cuerpo,
y a La Mar con nosotros venirte, guerrero-

La Mar embestía contra mí, pero tan dulcemente la captaba,
viose guapa y resplandeciente por Sol que ya partía hacía otras tierras a los que huyen de él alumbrar,
que como bella mujer, dócil posaba para mí,
y cuando así se lo pedía, su más innata fuerza me mostraba,
para ver como su semen se esparcía por las rocas, 
y encantado, de su maná de vez en cuando, para fuerzas tomar, bebía,
y dulce para mi paladar,
seguía y seguía.

Corrí, baile, de roca en roca saltaba, sin importarme la muerte,
pues la muerte conmigo también saltaba,
en plena noche, lobo me sentí,
y la cámara disparaba y disparaba,
y La mar posaba y posaba,
y puesto a devolver tal favor,
saqué mi falo y la fecundé,
sí, hice el amor con La Mar, me corrí sobre ella,
y mi gaita sonó tanto que la Luna acudió a presenciarlo,
loca por la ebriedad de la noche,
quiso sumarse con su brillo,
y a las almas así invocamos en aquel sitio perdido,
que junto a La Muerte vinieron a bailar,
y la música sonaba y sonaba,
y si algún necio vino a contemplar, necio fue porque huyendo se fue,
al ver a las viejas almas del mundo bailar.

ABRÍ LOS OJOS...

Y me perdí, sin saber que había pasado,
decidí sentarme intentando recordar,
una cámara como testigo tenía,
las manos blancas de masturbar,
y el cuerpo cansado, muy cansado,
pero una sonrisa de par en par,
y un bello recuerdo de La Mar.

Esta vez no diré como se han tomado las fotos, pues no me acuerdo, solo sé que me puse a disparar y a disparar, que era la propia intuición la que me decía como hacerlo, como si algo de mí, se hubiese apoderado. Quizás después de todo, fue más que un sueño...

Un saludo.

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