martes, 23 de marzo de 2010

EL LLANTO DE APOLO.ODA A LA PENA


A Dafne ya los brazos le crecían
Y en luengos ramos vueltos se mostraban;
En verdes hojas vi que se tornaban
Los cabellos que al oro oscurecían
De áspera corteza se cubrían
Los tiernos miembros que aún bullendo estaban;
Los blancos pies en tierra se hincaban,
Y en torcidas raíces se volvían.

Aquel que fue la causa de tal daño,
A fuerza de llorar, crecer hacía
El árbol que con lágrimas regaba
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
Que con llorarla crezca cada día
La causa y la razón por que lloraba!

GARCILASO DE LA VEGA


Mis palabras que a la nada
solas se vierten,
a morir en la mar,
triste es mi consuelo,
que con ellas te halla
podido amar,
y en tu recuerdo,
se graban tus ojos,
al son de la luna,
al son de las estrellas.


No hallare mi paz,
no cesará mi pena,
más por amarte,
no cesa mi locura,
no cesa mi tristeza,
no cesa mi tormenta,
en la que envuelta esta mi
triste vida.

Enloquecido lloro y lloro,
mil perdones amada mía,
te pido por no apreciarte,
pero ahora quiero,
con mis ojos enmendarte.

Sino espero,
sino ruego,
que a mis brazos
venga la muerte,
cese la tormenta,
cesen las lágrimas,
y hundase mi barca,
hundida en la mar de pena.

Silencio...