domingo, 3 de enero de 2010

SOBRE LA IGUALDAD Y EL PRIVILEGIO


Seguimos analizando términos en nuestras reflexiones de los valores que fundamentan esta sociedad plutocrática y capitalista, dando sablazos a las contradicciones en el seno de las palabras que forman parte de nuestra verborrea lingüística y moral. Así esta vez me propongo analizar el concepto de igualdad de manera resumida y sistematizada, así como el termino de privilegio, pues es obvio que hay más de un nexo entre ambas que las rompe al desunirlas y pasar a formar parte del panteón político en el cual encerramos a nuestros dioses para después olvidarlos.

IGUALDAD

En un sistema de todos iguales, la igualdad viene a ser la suma de derechos y libertades del individuo frente al estado dado que este muchas veces ha tomado y toma una posición autoritaria a lo largo de su historia, pese a que ello se manifiesta bajo formas tolerantes de progreso y unidad;Así conseguimos que se instauren relaciones de compromiso entre las diversas partes que lo conforman, pero que cada una con independencia moral mantenga sus estatutos y con dependencia social mantenga su compromiso con la sociedad. Pues por esta se entiende que la igualdad viene determinada a sumir a todos los integrantes del estado en una misma manta en la que unos se cubren más por estar más afines al régimen, y otros apenas lo hacen por tratar de mantener una cierta dependencia. De ahí diremos que toda igualdad en el seno de su sentido crea propiamente una desigualdad si en esta desaparecen las clases sociales que fomentan una relación entre unas y otras.

Cito más ampliado el concepto de clase e igualdad como "la igualdad de todos somos iguales al estado pero diferente es nuestra condición social, y por ello la justicia ha de ser justa adoptada en los de diferente condición o clase para ser justos, pues esta se aplicará con el número 10 a todos y habrá sujetos que dispongan de números 4,3 o extremamente 0". Esta concepción de la palabra es la que recuerda más a épocas de nuestro pasado en la que la monarquía exigía el pago de tributos de misma cantidad tanto a la nobleza como a la clase campesina, y todos sabemos las ganancias de esta última en cuanto a tributos se refería. Y mismamente con las repúblicas en las que las clases burguesas exigían el mismo pago a las inferiores al no haber una relación de democracia participativa entre ellas y solo haber dictadura. Dictadura que fue el punto de emulsión de una clase obrera que en haz de igualdad cortó con la creación de las primeras internacionales en 1869 en Inglaterra que predicaban un sometimiento de la clase obrera a la burguesa, y al final su cabeza sustituía a la burguesa, siendo tiranos de su propia noción de igualdad al no haber existido una relación sindical entre ellas, y si esta hubiere sido en el momento factible hubierese vendido al mejor postor tal y como hacen los sindicatos de nuestros tiempos, cuya afición al capital quitales el sueño.

Por eso el objeto de la autentica igualdad es la que nos hace a cada uno de nosotros participativos con mismos derechos sociales y responsabilidades, pero con una misma tarea, la edificación de un estado sindicalista en el cual el primer sindicato es la familia, y más tarde el parlamento y por lo tanto hay participación mencionada en el texto anterior de nuestro blog.

PRIVILEGIO

El privilegio ha de ser un bien reservado para todos pero no por nuestra clase, pues de ahí se quebrantaría el derecho a la igualdad. Este como tal ha de ser reservado por aquellos ciudadanos que desempeñen una lucha y tributo a la nación mediante la ayuda a los demás; Entonces el estado vera justo a intervenir y ayudar a aquellas empresas que mejor servicio le hayan tributado como recompensa individual y colectiva. Pero en sí la recompensa capital o material a un individuo no se efectuará pues no ha de ser el estado uno, sino que ha de ser todos, y las riquezas que este otorgue serán otorgadas por aquellos que las labren y así crear un beneficio para ellos mismos y para todos rompiendo con la idea comunista de todos para todos y con la capitalista de uno para uno, llegando a ser el uno para todos.