miércoles, 3 de septiembre de 2008

Europa y sus peligros.Parte III

Un día en casa cogí un cuenco al que llame honorificamente "Europa", y en ese cuenco vertí una cantidad proporcional de agua y otra de aceite.El resultado era lógico de esperar, ambas se retraían y profundamente marcaban su territorio salvo alguna intrusión por parte del aceite que conseguía colarse en el agua pero mantener intacta su composición homogenea.

Al rato después volvía con el cuenco ya vacío, y mezclaba agua salada con el agua dulce.De estas dos al ser iguales no había repelimiento dado que ambas son idénticas con diferencias, y surgía una mezcla nueva. Observe como de la una y la otra se podía extraer algo nuevo y eso es de lo que voy a tratar pero aplicado a la situación europea actual.


Europa actualmente tiene dos peligros y son por un lado los Occidentalistas por parte de Estados Unidos como epicentro de la epidemia y los colonizadores tercermundistas que entre todos ellos amenazan con poner fin a nuestra civilización.

Por otro tenemos a los conservadores de la vieja Europa que pretenden seguir afirmando y tratando de aplicar modelos que en su tiempo fueron esplendidos, pero que ahora están desfasados.Y por otro a sus hijos que basan la defensa de unos ideales que usan como esloganes para fines partidistas a la "americana", sin una esencia que les defina.

Los primeros de este segundo bloque creen seguir viviendo en las primeras décadas del s.XX, en la que la mentalidad de la gente era completamente diferente a la de ahora. Creen que esos modelos políticos que surgieron en rebelión contra el comunismo y que tenían una esencia propia basada en lo que más adelante comentare,nos pueden servir a día de hoy, creando agrupaciones o partidos que pretenden su posterior consecución.
Pero hay un problema, y es que dichos modelos tuvieron un principio y un fin, es decir, por muy bien que estuviesen hechos, el caso es que fracasaron y pasaron a formar parte de nuestra historia.Surgieron rebeliones provocadas desde dentro o desde fuera por diversas causas, y claro esta que su aplicamiento hoy en día causaría el mismo efecto pues las hojas son las mismas y tarde o temprano al ser ideologías presuntales, caen.
Son sistemas pertenecientes a un pasado que hay que respetar, su aplicación seria ineficaz pues la mentalidad de la gente, los sistemas tecnicistas las hundirían por completo.

Luego están los llamados movimientos o partidos que basan su existencia a diferencia de estos, en la prolongación y un uso del presente con cambios que diferenciarse, si, se diferencian de los partidos tecnocratas, pero solo ofrecen unos cambios nada más, no hay renovación en ellos, salvo que cada año ofrecen un eslogan nuevo para atraer a la "mass media". Y en muchos por la esencia del poder que siempre nos ha corrompido moralmente.

A mi juicio, estos dos bloques son también participantes de la destrucción de Europa, pues no aportan nada nuevo. Pues para que halla algo nuevo no deben limitarse simplemente a un cambio en aspectos económicos, de inmigración, natalidad, y política. El objetivo debe ser la innovación respecto al pasado, crear algo nuevo enraizado en las raíces del pasado. Un "algo" que contenga una esencia propia de los creadores para la creación de un nuevo arqueo-tipo de la civilización que nos ha dado 3000 años de gloriosa historia.

Un ejemplo fueron los romanos, ellos usaron el presente para alargarlo, metieron cambios, unos mejores que otros, pero cuando el fin se acercaba pretendieron usar al pasado como escudo, y así consumaron su destrucción desde dentro por una falta de valores.
Otro ejemplo los griegos, dejaron atrás su pensamiento abstracto que a la vez es realista pero no realista. Se centraron en una técnica al creer que solo con ella, sin esencia alguna ganarían la batalla de la supervivencia. Y esa carencia, esa soledad, los destruyo no por fuera primero, si no por dentro.

Es en esa dirección en la que vamos, en de marcar nuestro propio fin por la vaga constumbre de ver en el árbol la corteza, pero no explorar y ver las raíces que contienen una esencia y valores que nos marcaron al pasar los Urales. Debemos arrancar las hojas que ya no nos sirven y hechar abono nuevo para que por medio de esas raíces surjan hojas con mayor longevidad hojas nuevas llenas de vitalidad y con algo nuevo que las defina desde su principio hasta su fin.
Esa creación por medio del pasado que queremos aplicar, una prolongación de algo que ya no existe es lo que nos esta fulminando y dándonos la llegada de la batalla a su fin.

Tenemos que retomar esos valores indoeuropeos, del respeto a la naturaleza, los valores raciales, y el amor a la tierra de origen y mezclarlos con los derivados como ya he dicho arriba. Y de esa mezcla, ante todo crearnos a nosotros mismos y no ser copias de nuestros antepasados, y crear por medio de las raíces del pasado algo completamente nuevo.Pues solo así podremos perdurar en el tiempo, con el cambio y la renovación.