Hablamos sobre la dualidad del ser como doble entidad, abstracta y real. En este poema fielmente lo reflejo tras haber usado la película de Pier Paolo Pasolini, Medea protagonizada por María Callas como inspiración. Espero que se pueda entender.
Un saludo.
LA DUALIDAD DEL SER
Camino, camino,
olvido, olvido,
silencio, silencio,
discordia.
Yo soy aquel que ves ahora,
no tengo nombre,
y tampoco soy real,
soy parte de ti,
aquello que te acompaño en tu niñez,
que deificabas con amor y soñabas con migo,
pensabas que era real y eso
te ayudaba a caminar,
tenías algo a lo que aferrarte,
motivos para prosperar
Sobre mi lomo por los montes caminamos,
el agua no tiene sabor más como todas cosas
que en esta vida sentimos,
mas es sabor si creemos en ello;
El Sol brilla, ¿acaso no es reflejo de nuestro sentir?,
solo brilla si nosotros brillamos,
pues como todo, solo es reflejo,
de nuestra vida para luchar por aquello
en lo que creemos,
en lo que luego, dejamos de creer.
Ahora centauro ya no me ves,
más soy humano,
dejosé atrás tu sueño y vistes al mundo,
como querías verlo más tu juventud te incita
a luchar por bosque,
ver ves las cosas, a mí me ves,
como tu quieres verme,
como tu corazón te incita,
pues dejas de soñar,
ves las cosas como tal,
porque pequeño ahora madura,
mucho no te confíes,pues acaso,
¿quien te dice que no sigo siendo un sueño,
y que el mundo que tu ves es reflejo de tu interior?.
mira, ven pequeño, a eso le llamamos religión,
al arte de soñar, de tener esperanzas,
el centauro y el humano,
de misma condición son,
el ello y el Yo,
tu.
No somos jóvenes ni tampoco ancianos,
más es algo que solo se halla,
en el reflejo del centauro,
su doble figura,
ensalza al sueño,
el creer que somos algo,
el creer que tenemos esperanzas,
el creer que somos humanos.
Sueña pequeño, sueña...
Camino, camino,
olvido, olvido,
silencio, silencio,
discordia.
