martes, 17 de mayo de 2011

CRÓNICA DE LA NUEVA TIRADA DE PANFLETOS CONTRA EL PP Y EL PSOE

Hoy he salido a la calle, de nuevo, tenía una promesa que cumplir, tal vez una promesa que pocos y pocas entenderán, pero era una promesa, una promesa con mi pueblo y por lo tanto una promesa sagrada. Consistía en algo tan sencillo como complicado, repartir panfletos por la calle, muy sencillo visto de fuera, pero algo más enrevesado por dentro. Pues son momentos en los que voy solo por la calle, camino por entre personas a las que nunca conoceré, a las que escucho y veo en el ajetreo de sus vidas, en su ociosidad y laboriosidad. Personas que tal vez al mirarme reniegan de mí, o tal vez no me escuchan, no me valoran, simplemente me ven como un desconocido que las reparte un papel con un texto y que seguramente al verlo lo tiren a la papelera o al suelo, y mis palabras sean como tal pisoteadas o mezcladas con la basura, romántico la verdad. Pero yo, les entrego una parte de mi alma, un amor oneroso por tratar de transmitirlas un algo inmaterial que se llama libertad, una esencia que solo conocemos aquellos que estamos dispuestos a despojarnos de todo aquello que forma parte de lo banal creado por el estado, y que por lo tanto corrompe y esclaviza al hombre y a la mujer. Y así, que mis palabras sigan mezclandose por entre la basura y pisoteadas en la acera por ojos que no ven, pero que mi amor siga siendo eterno.

Y así pues hoy continuaba esta pequeña campaña destinada a arremeter contra estos dos partidos de ladrones (PP y PSOE), creo que sobran las palabras sobre lo que pienso de ellos. Como es una iniciativa personal en la que es mi pequeño capital el que se reparte, he repartido cien panfletos a hombres, mujeres, chicos y chicas, compartiendo con ellos y ellas un -Hola buenos días- tanto ahogado por momentos en los que realmente me replanteaba si merecía la pena hacerlo y dudaba entre irme a casa y hacer mi vida, o seguir aguantando hasta el final, obviamente ha sido la segunda opción. He recorrido el centro de mi ciudad, hacía calor, pero sin duda creo que ha merecido la pena zambullirme por entre mi pueblo, sin esperar nada a cambio, solo sentirme rodeado de su esencia, de un cariño que seguramente nunca por mi naturaleza reciba. Y vaya, terminando con el párrafo y para dar comienzo a las fotos, he tenido ocasión de compartir palabras con una pequeña parte de él que algo atónito miraba mi panfleto, tanto extraño en tiempos en donde la democracia se ha convertido en una especie de mercadillo, de promesas falsas y de engaños, un saqueo de nuestro derecho como pueblo a gobernarnos dejando caernos en manos de esta gentuza. Añadir también que me he puesto a repartir en frente de la mierda alias PP tranquilamente, no siendo bien mirado por extraños, pero a fin de cuentas la calle es de todos,¿acaso pertenece ahora también a los partidos?,¿pertenece el pueblo a estos, y es su libertad la que ellos dictan?

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FOTOS DE LA CRÓNICA: