domingo, 11 de julio de 2010

LA MUERTE DE UN GENIO. POEMA EN HOMENAJE A PASOLINI


Ya no quedan genios amigo mío,
se han ido lejos, muy lejos,
a donde mis ojos no puedan verlos,
a donde mis oídos no puedan escucharlos,
de su esencia,
amigo mío.

Lloro de pena al verte reflejado,
en las fotos que nos dejastes,
como huella de tu humanidad,
hoy pérdida,

lloro mucho de pena al ver tu obra,
al deleitarme con tu sinceridad,
con tu crítica al mundo en el que vivías,
tu lucha contra la soledad que te rodeaba,
porque tu aunque olvidado e incomprendido,
para mí eres un genio,
y como tu raza inmortal,
ya quedan pocos,
pocos luchadores,
y por eso lloro.

Hacía tiempo, quizás años
que sabía de tu existencia,
mas ahora es cuando me has hecho caer,
con tus ojos, en la magia de la duda,
me has dado un mundo nuevo,
y por eso lloro,
por sentirme tan solo amigo mío,
por no poder expresarte mi amor,
la serenidad que me infunde el leerte,
el mirar al cielo escribir un poema,
encender la luz con mi mechero,
y consumirse la vida,
y decir, -allí esta Pasolini, mago del alma,
mago de las estrellas-.

Siento como si estuvieses con migo,
a mi lado, al oído susurrándome,
y por eso, ruiseñor, lloro de pena,
por no poder mirarte a los ojos,
porque ahora entiendo tu magia,
tu legado,

has hecho que mire al mundo
como te miro a ti,
con el corazón,
has hecho que venza a la muerte,
como la venciste tu,
con la esperanza en ser algo mejor,
levantame todos los días,
y luchar por la vida, contra la soledad,
por encontrar armonía,
en un mundo que ambos odiamos.

Gracias Pasolini, amigo del alma,
gracias Corsario, genio de la vida.