domingo, 15 de enero de 2012

CRÓNICAS DESDE CANARIAS+FOTOS O EL NACIMIENTO DEL ESPIRITU Y DE DIOS Y SU REFLEJO DE CRISTAL



Ayer día 14 de enero de este finiquitado 2012 partí hacía la isla de Gran Canaria, en concreto iba hacía Playa del Ingles, en donde un apartamento a pocos metros de la playa me aguardaba. Mi crónica es la crónica de tantas que comienza de estas formas como otras tantas, por la necesidad que tenía de desconectar de todo y olvidarme...Olvidarme durante un tiempo de la sociedad que me rodea; de todos sus prejuicios ideológicos y sociales que tanto la caracterizan; sumisa al egocentrismo y a sus propias pasiones que la matan, que amargan a todos sus miembros...Pero no voy a mencionar más, en mis anteriores artículos como los de "He asesinado a vuestro Dios" y "Nacido para morir" ya lo cito todo sin ninguna pausa idealista que obligue a mis manos a trabarse en algún momento, debido a que ciertamente, no son nada nuevos ni dejan de serlo, son como son, y ahí cargo mi cólera y mis palabras.

Y sigo.

Nunca he volado, siempre me ha dado vértigo el pensar si algo me pudiese ocurrir dentro, y no tuviese escapatoria. Algo que pensándolo bien, me parece absurdo, dado que muchas veces he estado cerca de la muerte, y la última vez la vi un par de veces en mi accidente cuando me atropellaron hace un año y medio. Pero tenía que volar, y que mejor que iniciarme en el aeropuerto de Bajaras en Madrid.
Al principio tuve miedo. Ya sabe, la entrada a la dársena de embarque, a su plataforma, la interminable espera y posterior cola, tras un viaje agotador en autobús a comienzos de madrugada etc...Y luego el acomodamiento en los asientos, la interminable espera hasta que el avión vaya hacía la pista, y finalmente el despegue...

Entonces es cuando comienzas a ver como tu medio asciende, como Madrid, Alcalá de Henares, Mostoles y todos los pueblos de la comunidad, se te comienzan a quedar pequeños, te vas alejando en altura tanto de ellos, que con la mano, en mi caso, bueno, con las dos, agarre lo que vi de Madrid, y lo comprimí en un puño, tratando de que fuera mío. Una ciudad tan grande, con tantos problemas políticos y sociales, y desde lejos, que se sea capaz de agarrarla al ser tan insignificante como todas, y que solo sea un puñado de luces y de luces, brillando en la oscuridad, y posteriormente ocultadas por las nubes.
Comenzando a subir y subir, notando la presión en mi cabeza, en mis oídos, y al fondo...y al fondo el amanecer al medio-este, con las estrellas encima, atisbando a ver lo que hay más allá de la atmósfera terrestre. Sintiendo como si nuestro viaje fuera al infinito del firmamento. Volando por las nubes, viendo la belleza que conforma nuestro mundo, mundo de nubes, que como prados se extendían a lo lejos, sintiendo la necesidad en mi caso de saltar y saber que iba a aterrizar sobre ellas. Sobre nubes en donde milenios atrás y hace no tanto, se creía que era la cuna de los dioses de la antigüedad, y después la de las almas que partían del mundo en busca de "la otra vida". Sobre ellas, sobre un mundo maldito que estamos destruyendo. Y es en ese momento cuando me doy cuenta de que como siempre digo, en realidad no hemos progresado, en sí nos hemos vuelto más ciegos con la técnica, hemos...in-volucionado. Pues costar me cuesta creer que contemplando la belleza que contemplaba, su silencio más absoluto, su armonía más perfecta, en la que cada parte del sistema cumple su función, y en la que el Sol y el infinito que nos cubre nos bañan con su plenitud, seamos capaces de no verlo, ya sin citar el hecho de que nos lo estamos cargando. Que no seamos capaces aún teniendo este privilegio técnico de alzarnos por los cielos, de ver lo insignificantes que somos, y lo ciegos que somos de no apreciar un mundo que esta deseoso de que le miremos y le comprendamos, no científicamente, sino espiritualmente, pues ayer vi un espíritu, un dios caído reflejado en el horizonte, no un dios maligno, ni un dios de semejanza humana, sino un dios esencial, cuya existencia se basa en abrazar, en dar, y así mismo, no existir, pero ser, ser lo que es al mundo lo que el mundo ha de ser a él, y por ello lo cito como un dios caído.

Posteriormente llegué a Canarias, a un aeropuerto cercano a la capital, y de allí cogí el bus hacía Playa del Inglés. Aún nuevo concepto me aguardaba mientras nuestro bus se iba acercando, surcando descampados, y al fondo cañones vírgenes, y oleadas de tiendas, de hoteles, de un fondo turístico, que parecía, y no por suerte, maltratar al medio. En donde todas las nacionalidades y razas se juntan en completa armonía, quizás, invadidas por un espíritu superior que no se halla en los interiores, y que se debería hallar, pero que como ahora explicaré más detalladamente, no se da...

Tras pasar el mediodía durmiendo por el cansancio ocasionado por el viaje, comí, y me fui por la costa, por el paseo marítimo, siempre con la cámara y con una misma regla que siempre aplico a mis fotografías: Para hacer fotos independientemente de la cámara (aunque a ser  posible una semi-reflex como la mía (bridge) o una reflex dado que dan completa libertad) la regla que siempre me he marcado, ha sido la de no reflejar lo que estas viendo, y de adaptarlo a esa realidad. Sino ver lo que te gustaría ver, y ende adaptarlo a lo que te gustaría sentir, y con programas específicos que no voy a mencionar por el carácter anti-capitalista del blog, pintar las fotografías aplicando diferentes técnicas de contraste e iluminación; mezclando los colores que se dan en la foto; usando las curvas de luz; así como efectos que bien usados dan muy buenos resultados, como el esferizar o contraer la imagen en un punto medio. Ello da a las fotos un alma, o al menos según mis ojos lo vean. Porque en si real no es nada, todo es un sueño, y nosotros aún no hemos despertado de él, y para despertar, lo primero que hay que hacer, es ser conscientes de que podemos manipular o usar ese sueño a nuestros fines de hermosura y armonía acordes a los principios de paz que han de haber.

Y caminando como caminé, por su paseo marítimo, lleno de todas las gentes posibles de todos los colores y lugares, viendo como circulan en completa tranquilidad; caminando por las dunas; viendo como se pone el Sol y las olas de la playa comienzan a dorar, mientras progresivamente se vuelven más mansas ante los ojos de quien las contempla. En completo silencio, alejado del mundanal ruido de la ciudad, de todo lo negativo que la conforma y ende estructura. Entonces me doy cuenta de que me sucede lo mismo que anteriores viajes hacía la montaña: La isla al igual que las otras, es una cima en el sentido literal de la palabra; una cima dado que por su carácter al igual que sucede en la montaña, esta rodeada, aislada del mundo. Y es fruto de ese aislamiento bello, donde lo natural se eleva por encima de todo intento humano de acabar con ello, donde el hombre o el ser humano, se encuentra así mismo, y para entenderlo, apreciarlo, rehuye de su humanidad como la conoce, y se vuelve animal, retoma su primaria procedencia para captarlo y vivir en él como los animales hacen. Entonces al ser un ente social, usa todos los medios a su alcance para adaptarse, y entre ellos se destaca el espíritu, el espíritu de establecerse acorde a los principios que manda la naturaleza, en contra de como en la llanura sucede, dado que en la llanura hay recursos, en la isla o en plural, si se abusa, el hábitat desaparece. Y es entonces cuando surge una raza espiritual por encima de todas las demás razas. Una raza surgida de la unión de todas estas, que busca co-existir con todos los seres espirituales, y que siente unas emociones únicas, quizás se acerca al Nirvana y es capaz de re-interpretar la realidad en la que vive como he mencionado en el tercer párrafo hablando sobre la fotografía. Y puedase pensar que pueda ser utópico, pero solo basta con analizar la llanura, el espíritu de inmundicia de esta, sencillamente por una razón, el nihilismo, y a su vez el poder de dominarlo. Ello da lugar al egocentrismo, a que los pueblos abandonen su espíritu de belleza, su humanidad animal, y se vuelvan humanos no-animales y se deshumanicen odiándose entre ellos. El nihilismo da lugar a la destrucción del medio y a la auto-destrucción de uno mismo, convirtiéndose en esclavo. ¿Han visto la saga Star Wars, a los sith´s como esclavos de la fuerza? sease que más allá de su creación por puro interés comercial, G.Lucas introdujese elementos de las filosofías orientales que quizás cite algún día en otro artículo. Busquen información sobre mi pregunta, y aún con más fuerza validarán mis palabras como seguidor y como no seguidor de la saga.

Así pues y para terminar, aún me quedan más de tres semanas de estancia en este Edén, ayer solo fue el primer día, no sé que me deparará hoy ni mañana. Y solo sé, que lo que me deparé, valdrá más que miles de días en mi ciudad de nombre Valladolid, en la que si no me hubiera ido, ahora en este preciso instante, tendría una buena resaca y un sentido de haber hecho el ridículo en la noche anterior, fruto de una borrachera espantosa fruto de mi frustración al verme rodeado y ende sometido, en este mundo de esclavos. Por ello ahora les convido a que cuando viajen en avión, o simplemente desde el suelo, alcen la vista al cielo, y contemplen, sumerjansejanse en él, y disfrute, pues la raza espiritual se crea en islas espirituales independientemente de si sea en la llanura o en otros medios físicos, se siente. Sientanla pues.

Un saludo

GALERÍA DE FOTOS. PINCHA EN CADA FOTO PARA VERLA EN SU TAMAÑO ORIGINAL.