lunes, 14 de junio de 2010

LLANTA LA ANCIANA, RECUERDOS DE UNA INOCENCIA PÉRDIDA


-Las ideologías dominan, ellas nos tejen-,
canta la anciana,
-matan y perduran en el recuerdo-,
gime la anciana,
-susurran por la espalda y te apuñalan-,
gime la anciana,
-te ilusionan como el amor,
ceban tu corazón,
después te lo arrancan-,

con miedo, murmura la anciana
sentadita esta en su sillita de madera,
afilada es su punta, la punta de la vida,
hilando entre surcos, llanuras lisas,
hilillos de oro, hilillos de seda,
inocencia que vuela,
trazo simple rememoran sus deditos,
mira el ojal, sus mil ojos de latón,
infinitos punzones, infinitos recuerdos.

Ya anciana, ya galana,
al surco de el alba se cierra,
sus ojos sonríen, muda de pena,
sentadita en su sillita, toda una vida,
viviendo en la alameda, la cuna de los sueños,
-las ideologías traen terror,
el olvido es su amigo,
la tiranía su olvido,
las manos sus esperanzas-,

murmura la anciana,
ya una vida vió venir,
-la alameda mucho antes acá,
tiñeron hilillos púrpura,
en las llanuras y en los surcos,
pudo verse llorar al ruiseñor,
mientras quemaba el sol los mantones,
que antes acá fueron blancos,
ahora secos, ahora testigos,
el ruiseñor murió de pena,
su canto se extinguió-,
llanta la anciana,
-su alma se fue, muy lejos,
allá a las montañas,
huyendo de la lejanía, huyendo del horizonte,
más ilusiones no quiso,
mantones a la vera,
de púrpura de pena-.

Llanta la anciana, teje su mantón,
terminado para la ocasión,
la anciana ahora canta,
lágrimas en los ojos,
canta y baila,
al son de la pena,
al son del olvido,
la anciana canta,
la anciana se muere de pena.