miércoles, 3 de noviembre de 2010

LOS PRINCIPIOS DEL NUEVO SOCIALISMO



LOS PRINCIPIOS DEL NUEVO SOCIALISMO


Nota breve: con este pequeño documento pretendo afianzar una serie de ideas que a mi juicio considero clave en la revolución que se esta llevando a cabo por diversos grupos y partidos de un área no conforme ni con la izquierda ni con la derecha. Con ello pretendo incentivar el estudio de una serie de bases así como su ordenamiento en función a su correspondiente papel en el estado. Por ello me limito a un desarrollo básico de cada punto que he creído conveniente exponer. Si ello fuera lo contrario serían decenas de páginas las correspondientes a cada punto y el trabajo sería más arduo. Y ahora el objetivo es la consecución de una línea de ideas para que cada uno las desarrolle en función a su pensamiento.


Un saludo.


Alexander.


La articulación de EE.UU como potencia en decadencia, el último alzamiento ahora mismo de un Imperialismo mediante el Tea Party perteneciente al ala republicana. De ideas conservadoras, profundamente católicas y de índole liberalista. El intento de mantener estas posiciones conservadoras mediante su revitalización denigrando a la izquierda moderna. Todo ello debilitando a las clases medias y bajas, que son las únicas que pueden alzarse contra esa casta de la sociedad que posee la mayoría por no decir todos los privilegios sociales y económicos que busca de nuevo, afianzar su poder.


Hemos asistido mediante la profecía de Pasolini a la famosa anulación del espíritu de lucha de clases proletarias, gracias al consumismo, como importante factor de anulación que provoca que estas pierdan sus raíces obreras y de espíritu de reforma social. A ello hay que sumarle una izquierda que ha perdido los antiguos valores que caracterizaron numerosas revueltas en la Europa de los sindicatos (véase Proudhon y Sorel) y de los socialismos (básicamente Hegel, Feuerbach, Marx y Engels) Mediante represiones como la de Paris en 1848 en la que Marx manifiesta su apoyo a los proletarios muertos por los genocidas burgueses en un artículo apenas posterior en La Gaceta Renana en la que escribirá junto a Engels; o la famosa Comuna del mismo nombre en las últimas décadas del s.XIX que servirá para alimentar las consignas de revuelta social contra la burguesía a principios del s.XX con Rosa Luxemburgo a la cabeza, en Rusia y también en Alemania, en esta primera fase de revolución. Todo ello seguido de los sucesivos movimientos que tuvieron lugar en Rusia de la que en unos párrafos posteriores citaremos, y los movimientos que en los años 50 con el triunfo del Imperialismo en Europa y la mitad Occidental, movimientos de izquierdas que terminaron por adoptar los postulados de Estados Unidos sobre la liberalización mercantilista, y en los años 80 ya de manera oficial, la libre concesión de privilegios a las multinacionales; así como la creación de unas tasas de impuestos a las naciones subdesarrolladas a cambio de ayudas para su desarrollo. Todo ello sin devolver las riquezas expropiadas durante La Colonización, que nunca siendo fieles al dictamen liberalista y expansionista, nunca será devuelto. Todo ello lo que hizo fue facilitar el abandono práctico de la izquierda de sus postulados ideológicos y de praxis, usando la forma burocrática de adoptar las medidas liberalistas para triunfar entre la nueva élite creada a partir de la finalización de la II Guerra Mundial y aquí en España durante la transición “democrática”, y con ello poder entrar en la Sociedad de Naciones y poder beneficiarse de la concesión de nuevos cargos y participar en el monopolio de expropiación a los pueblos, al cual estamos asistiendo hoy en día. Con esta forma de alianza con el poder se han perdido las ideas de lucha social y la sumisión de la población se ha incrementado ante la propaganda típica de un régimen burocrático como este. Que es obvio, basa su desarrollo en la mercantilización del trabajo de las clases, siendo la mano de obra desvirtuada y desvalorizado el trabajo; cayendo la responsabilidad sobre el empresario. Así se anula la condición básica del proletariado, su dignidad.



¿En que falló la revolución comunista que fue para muchos del s.XIX la esperanza de frenar ese capitalismo que se empezaba a gestar el la aristocracia burguesa de Estados Unidos y de Europa? Simplemente se usó la forma adoptada por Lenín a comienzos de la Revolución Bolchevique, “la dictadura del proletariado”. Pero esta especie de transición para imponer una sociedad proletaria nunca fue llevada a buen fin ni terminada, por lo tanto se eternizó siendo los resortes gubernativos del estado dominados por una nueva clase pequeña, pero dirigente. No hubo democracia, hubo dictadura y se hizo creer al mundo en un “sueño que algún día llegaría”, mientras tanto proseguía la alianza del capitalismo con el comunismo (véase Conferencia de Yalta 1943 entre las potencias aliadas y el frente comunista de Stalin), en detrimento del reparto de riquezas global. Por un lado el libre dominio de las empresas como forma de establecer “fueros” en las zonas de Sudamérica, África, Europa Occidental; Europa Oriental, Cuba y China para el comunismo.


Ante estos dos regímenes surge el fascismo derivado del fascio que significa ordenamiento tal y como se plantea en la Carta de Lavoro de 1924 redactada en la Italia de Mussolini, tratando de remediar el desastre que ya había, pero fracasó en mayor o en menor medida. ¿Por qué fracasó?, al hablar de “fracasó” se habla de que sencillamente no supo llevar a cabo esa transición de liberalización entre la propiedad privada y la abolición de las clases sociales. Suprimió a los sindicatos, estructuras básicas de la democracia representativa, y centro la figura del estado en un solo individuo, en Italia el Ducce, y en Alemania el Fuhrer como casos exponenciales de este régimen. Es cierto también que se creó en un principio un estado de bienestar al centrar las ayudas a los trabajadores; pero también es cierto que esta descentralización respecto al ciudadano del estado promovió la creación del antifascismo. La fórmula una vez más reiterada fracasó. Aunque cabe destacar los fuertes principios de identidad de los pueblos europeos como formas de lucha por la libertad.


Ahora bien,¿hay esperanzas políticas partiendo de estas bases de estado brevemente desarrolladas? Sí, sí que hay esperanza en menor o en mayor grado si se cumplen las condiciones básicas que voy a citar y a desarrollar brevemente:


-Las generaciones que hemos vivido el inicio, el desarrollo y la agonía del capitalismo, y que hemos conocido de cerca el poder de la globlalización: Presenciando la destrucción de los medios de producción de nuestra nación y del resto, y por consiguiente la perdida de la propiedad del trabajo y del obrero de su control mediante el robo de las grandes empresas; el otorgamiento de la propiedad privada de los medios básicos de subsistencia tales como los hogares, los medios de alimentación de la población a los bancos (véase el Aznarismo y el fomento del liberalismo en España); aumento de las poblaciones tercermundistas como consecuencia de la globalización mercantil que destruye su naciones, y que forzadas a venir a las naciones supuestamente ricas pierden su ciudadanía original y se convierten en masas dominadas por los partidos políticos de la nación, que supuestamente les ha invitado a abandonar sus productivas tierras. Y que por ende es de obligado cumplimiento mantenerles mediante los fondos del estado, generando en las naciones innumerables gastos que habiendo una falta de desarrollo industrial y unas tasas de paro altísimas, solo se contribuye al reparto de capital del estado entre todos sus habitantes, generando más caos. Por todas las causas citadas nos hacen considerarnos como hijos de la Historia. ¿Que quiero decir con ello?, que somos de las generaciones que hemos aprendido fruto de nuestro análisis concienzudo de la historia a no repetir los mismos errores cometidos en el pasado. Porque somos conscientes de nuestro papel en el estado de una serie de errores y de principios que han marcado nuestra evolución desde las sociedades antiguas hasta las modernas. Analizamos por consiguiente todas las corrientes habidas en la historia política así como las presentes.


-Somos conscientes de las clases a las que pertenecemos, medias y bajas, y ya sabemos quienes son los nuevos y los viejos burgueses. Por lo tanto debemos mediante la democracia como credo universal alzarnos mediante un movimiento popular e instaurar una democracia directa y sindical. Pues entendemos respecto a los sindicatos que parten desde la unidad más pequeña que es la familia, pasando por la comunidad de vecinos, hasta la más grande, el parlamento, todas ellas estructuradas de menor a mayor grandeza en función a los grupos sociales que los componen para con ello, dar voz a todos los estratos de la sociedad. Por contraria misión, la de los sindicatos de nuestro tiempo ha pasado de representar en un principio lo ya citado a pasar a convertirse en apéndices del estado burocrático, cuya misión es la de seguir manteniendo a un sector de la izquierda aburguesada. Para nosotros los sindicatos no deben ser apéndices sobre los que contener y adoctrinar a las clases trabajadoras. Sino que los sindicatos son los órganos de voz del pueblo, regido por la palabra del ciudadano. Con ello desaparece la figura del presidente y el poder del estado es centralizado en el ciudadano. Así ninguno de los tres regímenes socio-políticos anteriormente citados puede reaparecer.


-Al estar centralizado en el ciudadano el poder del estado, ¿cuál debe ser el papel resumidamente de la empresa en la economía? Su papel estará limitado a otorgar el trabajo al trabajador y por consiguiente, la propiedad. De esta forma el estado ya centralizado y gobernado por el ciudadano regirá una parte de la empresa ayudando al trabajador socialmente mediante ayudas a la familia, a sus necesidades, y a crear y a desarrollar sus proyectos personales respetando su privacidad. La otra parte corresponderá a la empresa que de los beneficios entre el capital del trabajador y del empresario, ambos serán beneficiados equitativamente mediante esta doble participación en las acciones de la empresa. Por ende será el capital parte del estado (ciudadano) y la otra parte de la empresa (propietario). Se tomarán para ello decisiones conjuntas mediante consenso de estado.


La nueva izquierda por lo tanto entenderá que al haber este centralismo ya citado la monarquía así como la burocracia política tendrán que desaparecer. Pues nuestra filosofía dicta que nada esta por encima de la voluntad del ciudadano, y por consiguiente, del estado. Esa supresión de privilegios serán votados por consenso, pues el estado habrá de ser relativista y toda decisión será llevada por todos. En este caso destacar que la monarquía y la burocracia siguen vigentes por la burguesía, no por el proletariado, por lo tanto dicha medida en el momento que triunfé el nuevo estado deberá ser de las primeras en llevarse a cabo, dado que marcará el inició del propósito del nuevo socialismo.


-Tomando consideración respecto a esto último ya citado, el estado se puede equivocar en función de que sus miembros lo asuman, y puede decidir sobre ello. Si hablamos de libertades habrá que distinguir entre dos tipos que estarán consagradas en función de los principios universales de: Igualdad, libertad e identidad. Por lo tanto tendremos que distinguir entre:


-Libertad de estado: Se toman las decisiones comunes que afectan a la economía, relaciones internacionales, y competencias agrupadas de índole pública.


-Libertad privada: El ciudadano tiene el derecho de ser libre. Por ende se impone la obligación de respetar la condición de cada persona como miembro/a del estado con todo los derechos que dicho papel conlleva. Entendiendo por libertades de tipo religiosas, morales, dialécticas, políticas y educacionales. Solo así se fomenta la libertad entre sus ciudadanos y el desarrollo mediante ideas propias de cada ciudadano del estado.


Respecto a este apartado es difícil plantear el problema de la identidad de cada miembro de cada pueblo en el estado de una nación concreta. Atendiendo a que cada uno es libre de someter sus libertades a la tiranía moral de las ideologías y de las religiones. Es por ello que para afrontar esta cuestión las religiónes serán abolidas del plano oficial del estado y por consiguiente las ideologías. Siendo la religión el estado, es decir el ciudadano. Esta religión se basa en el respeto y la adoración a las fuerzas de la naturaleza, así como la búsqueda de la armonía entre el ser y el estar en relación al medio natural. Dado que entendemos que Dios proveniente de Deux significa virtud, por lo que consideramos que nadie es quien para someterse a una religión ajena a su persona, sino que ella misma es la conciencia del Dios. Pues Dios nace como sometimiento de las naciones ante una clase aristocrática y ante unos postulados ajenos a la naturaleza humana. Por lo tanto el hombre y la mujer deben aspirar a esa virtud, y para ello mediante su libertad de desarrollo individual mediante los resortes del estado que estamos mencionando.


Aprovechando este párrafo anterior. En nuestras ideas, mención importante a la identidad. La identidad no se basa en una única verdad absoluta (la ideología), sino que halla su grandeza al igual que el Cosmos, en el que al igual que diversas ideas hay diversos sistemas de constelaciones, estelares etc. Pero al igual que el Cosmos, no hay uno, sino que hay varios y entre ellos forman el vacío. Cada uno es diferente respecto a los otros, y no por ello se producen choques entre ellos, estos se producen en cada uno, sinónimo de evolución en el plano de lo humano de Evolución de las Ideas. Por ende afirmamos en nuestro caso la idea de la Nación Europea y de sus países como bases sobre la que se sustenta. Así mediante la nación se deberían erigir las demás del mundo, en este caso: África,Oriente oeste-Oriente centro y este, islas del Pacífico, Australia, y América del Norte y América del Sur. Cada bloque resaltando sus identidades y consolidando la forma de gobierno que en el seno de cada una se elija. Así las relaciones comerciales globales estarían en caso de producirse dominadas por la voluntad de consenso de cada estado, en nuestro caso mediante el ciudadano.


Ahora tras haber mostrado las ideas básicas y principios de este nuevo estado y del socialismo moderno, obrad en función no a los principios doctrinales que os guían, ni tampoco en función de las religiones desarraigantes del hombre con el estar. Todo ello conduce al fanatismo que se traduce en la perdida de valores individuales y el odio al que piensa de distinta condición.


Un saludo