domingo, 26 de febrero de 2012

POR QUÉ SOY FOTOGRÁFO




Bueno, pues a lo que vamos. Soy un joven fotógrafo de 21 años y así abro este artículo. Y ya llevaba haciendo fotos toda mi vida, aún recuerdo esas Kodak de usar y tirar que me regalaban mis padres para el campamento de verano, y como yo, sin tener ni idea de nada, en las excursiones a lagos me alejaba del grupo y me perdía por orillas rocosas, escalando como buenamente podía, para tirar una foto, y medio-campamento buscándome hasta que me encontraban y me amenazaban con decírselo a mis padres. Con el tiempo y con la edad la cosa se estancó, quizás porque preferí centrarme en la pintura y en la narración así como en la poesía. Tiempo después, en pleno apogeo de los teléfonos móviles y con 14 añitos recién hechos, mis padres me regalaron un móvil con cámara de 1mp (no recuerdo el nombre pero era de los primeros que lanzó Movistar sobre el 2003-04) y recuerdo como siempre que veía algo interesante lo fotografiaba y trataba de darle lo que a mi inocente modo de entender se llamaba: Arte. Pasaron los años y fui mejorando de móvil y llegué a convertirme en un buen fotógrafo usando ese medio tan rudimentario, llegando a hacer fotos muy bonitas de ascensiones a la montaña con nieve y todo.

 Finalmente hace un año con 20 años, me compré una Fuji S2500, una bridge con zoom 50X, y creyéndome el rey de bamba aunque ya no fuera una compacta e incluyera funciones de una reflex, tras estudiar en serio fotografía por cuenta propia, me hice fotógrafo de una empresa de marketing de discotecas: Agentes de la Noche. Tiempos aquellos en los que la gente me veía con esa cámara subido a la estrada donde pinchaba el dj y yo haciendo gestos para que toda la discoteca posará para una panorámica,¡con una bridge que encima es de menor tamaño que una reflex! Y los resultados, francamente o hice magia inconscientemente o tuve mucha suerte, porque supe explotar en ambientes de discotecas esa cámara a la perfección, y ojo, siempre las hacía en manual midiendo la escasa apertura de diafragma y cierre, así como su deficiente zoom, midiendo la compensación del flash con un indicador muy rudimentario. Otras veces, pues no, francamente me salían cosas espantosas en alguna discoteca, y en una, coincidiendo con la muerte de un familiar mío, me echaron, no sé por qué fue exactamente, pero al día siguiente estaba destrozado en el velatorio, recordando las últimas palabras que tuve con él por teléfono, pues 5 meses eran los que no le veía hasta verle...Y fueron las de ser un buen fotógrafo y transmitir y hacer feliz a la gente. Quizás no llegue a mis objetivos, pero sí sé que por encima de todo, llegué a un nivel aceptable a mi modo de ver, e hice feliz a la gente que retrataba.

Continuando con el hilo, más tarde viendo que la fuji no me daba más de sí, dado que la había usado en manifestaciones del 15m, de derechos de los animales, paisajes, sesiones de fotos de todo tipo, las ya citadas discotecas etc. Me fui a Canarias hasta hace poco, y al final, comparando precios dado que allí los productos están exentos de un 18% de IVA peninsular, me decidí por una buena cámara de un precio oscilante entre los 300 y 400 euros nuevecita con un objetivo de 18-55mm, en este caso era la Sony Alpha390, mi  primera reflex. Nada más comprarla lo primero que hice fue irme a la playa al día siguiente, y aún pese a que ya el tiempo va pasando, como en el fondo, estaba acojonado ante un aparato que triplicaba en tamaño a mi anterior cámara; pensando que nunca llegaría a realizar buenas exposiciones, que había tirado el dinero vamos. Recordando, como me liaba con los diferentes formatos de imagen dado que había oído hablar de RAW pero de oídas, tirando fotos en malisima calidad, con mucho ruido, hasta que a los dos días siguientes, antes de ir de fotógrafo a Pacha bajo lo que era Agentes de la Noche que ahora es Tillate, probé a disparar en JPG y a la vez guardar una copia en RAW, consiguiendo unos resultados excelentes a mi gusto. Y para terminar el párrafo, recuerdo en Pacha, como con mi nueva cámara me creía el John Travolta de Grease, pero con melena y cámara, y como me comía a la gente literalmente, y como buscaba y buscaba el ángulo de disparo deseado para poder hacer fotos al igual que en Valladolid; o como recordando viejas nociones de cubrir las manifestaciones del 15m, me subía a cualquier sitio lidiando con gente de todo tipo para tirar la foto, así como desde los puntos altos de la discoteca. Aún hoy me emociono al ver las fotos hechas y deseo volver pronto a Pacha algún día con más y mejores resultados. De hecho las fotos de este artículo son en relación a los recuerdos que a estas horas de la madrugada me trae el mencionarlo.

Son muchas, muchas historias las que podría contar como fotógrafo de discoteca, trabajillo que francamente me encanta y que esta apunto de ser el tema principal del post rompiendo con el hilo inicial. Tantas cosas que solo se pueden resumir en mi desmesurada pasión por huir de la fotografía plana y superficial que realiza la gente cuando sale de fiesta entre amigos, e intentar darles como fotógrafo, esa espiritualidad interna, esa viva llamarada que surge cuando ocurre el mágico momento de hace -click- con el disparador. Y tantas las historias que me quedan por contar junto a mis compañeros de profesión, profesionales sin duda alguna de los que mucho me queda por aprender, pero más que por dinero, en mi caso opino, a mi gusto lo hago por la felicidad de la gente, porque el poder que tengo es inmenso sobre el tiempo. El poder grabar sus rostros, sobre todo el de mujeres que bien puestas en escena, son puras diosas y gustaría de inmortalizar sus labios sobre los míos; y el de hombres, que hay cada hombreton que dan ganas de hacerle la sesión para él entera toda la noche, pero son cosas mías, tonterías, pero ceñiendome en el tema, el saber que un día esos hombres y mujeres ya con canas y apurando sus últimos días antes de partir hacía otro nuevo estado; antes de que sus cuerpos terminen de consumirse, el pensar que el día de mañana mirarán lo que tu les distes en su momento. Detalles como esos son los que este tipo de trabajo y la fotografía en general merezcan la pena, y alimenten ese espíritu rebelde en rebelión contra los fríos valores del capitalismo (y ya van nose cuantos hilos abiertos en un mismo post...)

Y el caso es que mismamente me ha pasado con los paisajes, sobre todo en Canarias cuando probaba por ´última vez mi reflex antes de irme a Valladolid. Aún recuerdo el viaje en bici a las seis de la mañana hasta un punto lejano a mi apartamento, de noche completamente, sin desayunar, candando la bici en una farola. Caminando y caminando por la orilla mientras poco a poco el Sol comenzaba a brillar a lo lejos, y la brisa marina me azotaba el rostro. Aún recuerdo esos cigarrillos fumados a la espera de que se dieran las condiciones de un buen amanecer refugiado del frío en un puesto de socorro vacío. Y sobre todo nunca olvidaré los bellos momentos que inmortalizé y que subí hace un tiempo a este blog; era como si mis energías internas contactaran con las del Sol, la marea y el Cielo, como si aquel amanecer me hubiese estado esperando y en aquellos momentos estuviese posando para mí. Pero sobre todo, nunca olvidaré cuando ya la sesión ya había terminado tras mucho correr de un punto para otro, de arriesgar la cámara a mojarla al meterme un poco en el agua había terminado; y dirigiéndome hacía el café aún en la playa, cerrado el Sol tras las nubes, hubo un momento en el que sentí algo en mi cabeza como un -eh, espera, no te vayas, aún no has terminado el trabajo- dicho por el propio Sol, y de repente, de pasar a estar nublado, durante un minuto y pico volviese a brillar, sacando y preparando la cámara rápidamente sabiendo que debía obedecer a aquella misteriosa voz, sintiendo un esplendor espiritual tremendo, como si él supiera que ese mismo día partiría hacia Valladolid...Menos aún aunque con menos intensidad pero mucho deleite, olvidaré aquel cafecito y desayuno más cigarrito frente a un Sol ya nublado mirando a la playa al poco de salir de ahí, con la sensación de haber terminado ya mi trabajo, mi solar-book para ese fiel amigo que siempre esta ahí.

Y para terminar, ¿que es lo que busco ahora, cuales son mis metas? Francamente pienso en la fotografía como una forma de adentrarme en el interior de las personas, de explorar sus más bellos e íntimos sentimientos, pues considero y eso lo digo en una ciudad que me ha puteado bastante gente aunque me halla encontrado gente muy noble, que todo el mundo aunque sea malo a veces o siempre, en el fondo es bueno, pues esa maldad surge como rechazo a lo nuevo, el miedo a vivir, a romper con la esclavitud, ese odio sin justificación que destruye por dentro, pues yo lo he sentido, y sé de lo que hablo. También pienso en ella como una forma no de captar lo que veo dado que para eso tengo ya mis ojos, sino como de reflejar mi alma y el alma del paisaje en una película digital, crear un nexo de ambas energías y plasmar algo que surge de la unión, del contacto espiritual y físico de ambas emanencias.

Deseo, poder seguir reflejando el corazón de las personas en discotecas, que ahora será para Tillate; deseo hacerla feliz, pues la gente me da su pasión y hago una rima, y yo la entrego mi corazón, mi infinito amor porque esta llena un vacío sin fin en mi alma, pues eso es el amor, un pozo sin fin de loca pasión. Y deseo, por encima de todo, contribuir a cambiar el mundo ya sea de fotógrafo de manifestaciones, o de paisajes dando un mensaje espiritual, pues la piedra no se mueve por el viento, ni se desfragmenta por el agua, la piedra es piedra como tal, y ende tiene una energía. Más allá, palabras, promesas, sueños, egos me rodean, y mía es la misión de apartarlos a todos de mi camino, pues la fotografía es como la pintura o la meditación, una técnica que exige concentrarse, y mediante esa forma, el sujeto halla el sentido de la realidad misma.

Un saludo y adjunto aquí un par de fotos realizadas en Pacha, algunas tienen el logo de Agentes de la Noche y otras o bien las perdí en su momento, o bien se me olvidó subirlas.