jueves, 26 de mayo de 2011

LA MUERTE DE ALEXANDER


Me muero vida, me muero y lo sé, y lo sé,
mi vida se extingue, voy a morir, pronto, muy pronto,
yo por fin descansaré, destrozado como estoy,
sin fuerzas para sonreír, desgarrado mi corazón,
solo e incomprendido, nadie, nadie me mira,
nadie da cariño a mi corazón, y todos, todos me detestan,
por ser alguien que no soy, y a mi me duele, y a mi me duele,
el vacío de mi corazón me esta matando, mi soledad,
y yo quería, y yo quería ser joven, ser feliz, amar y ser amado,
vivir en paz con el mundo, y ahora cuenta me doy
de que mi vida apta no es para ese mundo,
pues ni risas ni palabras, mi alma nada recibe,
y solo dolor recibe,¡mas y que he hecho para merecer esto,
si amar solo quiero al mundo, sin odios,
despojarme de los prejuicios, ser libre y volar,
y morir con el corazón en paz, de haber amado!

Y lloro, nada para mí, de eso hay, solo lágrimas,
y solo mi consuelo me queda para quitarme la vida,
¡pues ya no aguanto más en este mundo,
en donde mi amor es mio para mi odio,
locura y dolor, donde ya no puedo más vivir!,
y morirá el día conmigo, ya no hay esperanzas,
nada, nada, he de morirme ya, si nada bueno
para mí hay, algo que me alivie, que feliz me haga,
y cese el llanto, y cese la angustia, de verme así...

Tratando de amar, de llenar ese vacío de mi corazón,
lleno de pena, de dolor y de lágrimas,
amando a gente que nunca me amará,
que siempre me despreciará, o mi nombre
nunca reconocerá por amar y amar,
para nada...

Y ahora clamo a ti cielo mío,
que fuerzas me des para quitarme esta mi vida,
que me cojas y me destierres para siempre,
del mundo de los vivos, y me haga perecer
mi ser en la sombra, en el olvido,
y nada de mi sea, nada, muera olvidado,
desterrado para siempre...

Silencio...


¡Y libertad seguiré clamando, hasta que el fin me abrace,

y la muerte me destierre,

y seguiré llorando por amar, y viviendo sin vivir,

pues oidlo bien, que moriré por amaros!


Somos diferentes, anómalos en toda sociedad de todo tiempo que se precie, pero somos nosotros, cada uno. Románticos que sueñan por vivir en un mundo de miseria, y que anhelan una paz que nunca tendrán. Por ello a veces el mejor destino para nosotros es el suicidio como forma de salir de todo esto, dado que nuestro corazón ya más dolor no puede. Llora y muere...

Ese es nuestro destino, morir luchando sin ser amados...

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