lunes, 21 de febrero de 2011

LA LEY DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN DE ALEXANDER


He terminado de ver un documental en Internet en el canal de la 2 sobre un famoso atentado perpetrado por la extrema derecha contra una publicación libre en Barcelona, en los años 80. Adjunto el enlace para que se pueda ver con más detenimiento y así ahorrarme las explicaciones:http://www.rtve.es/mediateca/videos/20110220/papus-anatomia-atentado/1025161.shtml

Me sorprende como los tiempos de ayer son los tiempos del hoy. Leo en los periódicos que mañana se cumplen 30 años de aquel golpe de estado perpetrado contra el Parlamento por el coronel Tejero, y que casi nos cuesta otra guerra civil. Opiniones sobre el tema habrá y muchas, obviamente yo tengo la mía, pero vayamos al grano. A raíz de ello dicen que la sociedad española ha cambiado mucho, y para bien se dice.Ahora bien,¿en que ha cambiado la sociedad española?, y yo digo que en nada. Hoy como ayer el pueblo sigue siendo el mismo. Un pueblo sumiso e ignorante (sin ofender a aquellos que no se consideren como tales) que sigue siendo viviendo al paraguas del estado, a su cobijo. Un pueblo que sigue confundiendo el término de libertad de expresión. Un pueblo que cuando tiene poder sea del lado ideológico que sea, no lo usa para cumplir con lo prometido, ayudar a su pueblo, sino que lo usa para joder al prójimo por rencillas fruto de la envidia y del odio. Sí estimado lector/a la diferencia entre el cavernicola del ayer y el español del hoy reside en que el segundo lleva corbata, en nada más. Entonces los medios de comunicación tajantemente se equivocan. Se centran en presentarnos un supuesto modelo democrático que ha tenido sus altibajos, pero que en el fondo ha sabido conciliar a un pueblo entero. Claro, claro, sobre todo teniendo en cuenta que nuestra conciliación se basa en que cada ocho años en el mercado de la democracia, cada ocho años se le pasa la pelota de la gobernanza al del otro bando. Así como si fuera un partido de fútbol. Primero marcamos un gol a la izquierda, les humillamos y les decimos que son unos paquetes. Y luego ellos pasados ocho años con nosotros hacen lo mismo. Así el pueblo asistente se cree que en España se juega bien al fútbol, cuando en realidad ambos equipos han sido sobornados y arbitrados por el arbitro y aponderado de turno, el Rey. Entonces y nuevamente, decimos que todo es una farsa. Pero lo peor viene cuando nos hablan de libertad de expresión, de su goce. Ya, ya, sobre todo cuando se encierra a cierto librero de Barcelona por leer libros prohibidos; o se adoctrina a los niños diciendo que la libertad la portan los de la izquierda. O mejor hablemos de los valores que enseñan a nuestro pueblo, sisi, aquellos de libertad de expresión. Y que claro, cuando te da por practicarlos desnudandote, presumiendo de la libertad por vivir, sale alguno y te llama hijo de puta y puto tarado mental, o tiende a catalogarte por tus acciones como perteneciente a un sector ideológico. No si libertad de la buena, tanto como la del chorizo al tomate. Y así es esta triste realidad. No puedo más que usar la palabra, aferrándome a ella porque es mi mejor amiga, una amiga que siempre me ha acompañado y que me ha ayudado a vencer la timidez que con la gente tanto me acarrea. Por ello quiero resumir un par de cosas vitales para reafirmar este pequeño texto. Aquel/ellos que se den por ofendidos no será porque me equivoque, será más bien por lo contrario. Pues cierto es que todas las verdades duelen, y mi fin es corregir ciertas posturas preocupantes en la decadente sociedad de nuestro tiempo. Así miren ustedes, solo pretendo ayudar a mi pueblo haciéndole ver que hay cosas que no se enseñaron en la escuela, y que sin embargo, se aprenden en la libertad.

No podemos hablar de libertad y a la vez criticar a aquellos que en mi caso con todo fervor la ejercitamos. Nosotros, personas que nos expresamos sin pudores, porque nos gusta transmitir pasiones, sentimientos, pues a fin de cuentas nuestro cuerpo, al igual que nuestras palabras, son manifestaciones de nuestros sentimientos. Por ello no entendemos como hay grupos de personas que se afanan en taparnos, si ellas, irónicamente, presumen de libertad de expresión, y lo más acojonante, de demócratas (...) Y encima nos catalogan en bandos ideológicos, por ejemplo a mí a raíz de mi corto dijeron que si era de izquierdas o algo parecido. Cosa curiosa debido a que nunca al menos desde hace mucho, no me considero de ningún sitio, y no por chaquetero como alguno ha dicho, sino por que he ido madurando mis ideas y mi forma de ser. Pero aquí, a raíz de lo que he dicho de mi caso, hay un problema serio, objeto de mil y una confusiones. Y es que ser libre no es ni ser de izquierdas, ni ser de centro, ni ser de derechas, ni ser patriota, ni ser monárquico ni nada de eso. Ser libre es simplemente ser libre, vivir para uno mismo y para transmitir libertad a los demás. Lo único que buscan todos los grupos políticos mayoritariamente e ideológicos es el poder. Todos ellos aunque lo nieguen, tienen una cosa en común: Y es que buscan el poder y se creen los elegidos para liderar a no se quienes contra un enemigo o contra una causa. Siempre o casi siempre tienden a negar sus errores que perjudican a un sector de la población, siempre. Siempre se creen los sabedores de lo desconocido. Entonces no hablamos de personas o grupos libres, hablamos de esclavos,¿y por qué?, pues vaya, interesante, pregunta tan simple que muchos no me entenderán. Y es que amigos y amigas míos y mías, todo aquel que ama al poder es un esclavo/a, pues vivir por y para un sueño, el de dominar. Y quien domina es dominado por sus propias pasiones humanas, por lo tanto será un esclavo. Si a la inversa, no creyera en el poder, entonces no sería o con los grupos, no serían esclavos. Pero matizando sobre lo de ser libre y pertenecer por cojones a algún sitio, diré que nuevamente todo ello es fruto de una falacia, una falacia inventada por la izquierda y por la derecha. Aquella que dice o atribuye que ser libre es de izquierdas, o más cachondamente, es ser amigo del sistema. Ante esto no me queda otra que reírme de semejante sandez, que aunque parezca de ficción, es una mentira repetida por muchos y muchas. Bien, nuevamente lo diré. Ser libre no es ser de izquierdas, y menos de derechas. Ni tampoco ser libre es ser de algunos sectores patriotas, o ser de de otros tantos izquierdas. Ser libre es simplemente no ser de nada. Y me repito a Punset en sus artículos. El ser humano moderno es un ser que vive por y para el grupo, su libertad depende en la medida en la que su grupo creesé ser libre. Por lo tanto no hablamos de individuos libres, hablamos de individuos que creen ser libres, nada más. Con el paso de los años para ellos la libertad se termina por convertir en una utopía rentable para venderla y conseguir sus intereses políticos o económicos, al igual que ocurre con los capitalistas estos que ahora van diciendo que si bebes tal bebida eres libre. Para descojonarse de risa supongo. Y bien, ser libre no es creer en que uno lo es como tal, ser libre es serlo. Porque al creer en algo, en la estructura de las ideas, el ello o razón de ser del ser u objeto es idealizado, y por lo tanto desnaturalizado. Entonces no se es verdaderamente libre, se cree serlo en la medida en la que las condiciones sociales lo permiten. En cambio, al ser libre no hace falta creer en ello, simplemente porque la creencia desaparece, solo piensas en seguir siendolo.

Dichas estas cosas pasaré a dictar mis ideas sobre la libertad. Ideas que por los factores aquí descritos serán nocivas para muchos, tanto como la mantequilla lo es al cacao. Pero si hay algo que ha de saberse. Es que yo con estas palabras solo tengo la sana intención de avisar sobre una serie de errores que se están cometiendo, y que por lo tanto, impiden que la sociedad se levanté con todas sus fuerzas, y en todo su esplendor construya una sociedad justa para consigo misma, no para con los demás, ya nos entendemos,¿verdad o mentira? Soy consciente de el estado mental de mi pueblo, de su desgana a la hora de pelear por lo que es razonablemente justo para todos, pero también soy consciente de que antes que avanzar y contribuir a edificar más mentiras, prefiero quedarme con esta. Y esto lo digo para todos, para los grupos y para los individuos, chicos y chicas, hombres o mujeres que aún habiendo madurado, en realidad han madurado en base a unos supuestos que generalmente están basados en las mentiras y contradicciones de este sistema. Yo solo pretendo alentar a un cambio positivo en ellos si verdaderamente creensé ser libres, pues por algo se empieza. Ahora bien, si por algo se empieza, no por algo se acaba, sino que por una cosa se termina.

PUNTOS HERMÉTICOS DE MI COMPENDIÓ DE IDEAS. AVISO: A LA HORA DE LEERLOS ES IMPRESCINDIBLE USAR LA MENTE PARA ANALIZARLOS DEBIDO A QUE NO ME VOY A ESMERAR MUCHO EN DESCRIBIRLOS. QUIEN LOS LEA QUE CABILE UN POCO Y USÉ EL TEXTO DE AQUÍ ARRIBA PARA ENTENDERLOS.

-Propongo una libertad de expresión basada en el respeto, pero de diferente base. Cada uno podrá expresarse libremente sin importar que sepa mucho o poco, lo importante es el sentimiento. Igualmente se debe respetar, sin respeto no hay libertad de expresión, hay miedo, y con el miedo terror a los demás y esclavitud del ser.

-No debe haber tapujos a la hora de decir las cosas. A todos nos ofenden cosas. Bien, pues si no nos gustan no las leamos o veamos, así de sencillo. Habrá a otros a los que aquellas cosas que nos ofenden les gusten. Por lo tanto no podremos caer en la desfachatez de tratar de suprimirlo simplemente por nuestro ego.

-Al igual que dos más dos no son tres, en la sociedad debe ocurrir lo mismo. Todo es relativo, no hay verdades absolutas. Y bien, dirá una persona que yo en mi caso puedo estar equivocado, y para ello se basará en las opiniones negativas contra mí que cien personas han emitido. La pregunta clave es:¿Que razón les da a ellos pensar que yo me equivoco basándose en el número, pudiendo equivocarse todos, y que razón me da a mí al pensar que ellos se pueden equivocar, siendo yo el que me pudiera equivocar? Simplemente ninguna, ante dos verdades opuestas, si falla el entendimiento deberá establecerse el respeto. Ellos tienen su verdad, y yo pues bien, pues la mía, ellos por su camino y yo por el mío.

-Una sociedad sin tapujos es una sociedad libre. Una sociedad que no teme a ocultar lo que sus individuos tienen dentro. Es decir, su pene, sus tetas, sus culos, y sus vaginas. ¿Nacimos desnudos verdad, o nacimos con ropa? Una sociedad que sepa apreciar y valorar lo que cada individuo tiene, será una sociedad libre. En cambio una sociedad que condene tales hechos será una sociedad enferma. Simplemente porque esa sociedad temerá de sí misma y recurrirá a achacar sus males a otros. A veces la mejor solución para los problemas es echar un buen polvo o masturbarse. Desde luego y pensar la cantidad de problemas que nos habríamos ahorrado si nuestros gobernantes de haberlo hecho, no hubieran amargados, creado alguna ley para esclavizar o enviar al pueblo a la muerte. Por ello reivindico la libertad sexual. Las sociedades evolucionan con el sexo y con el amor, fruto de estas cosas nace la primera, es así de claro. A no ser que me nieguen los fans creacionistas que dicen que el hombre salió por el culo de dios y no fruto de más de una relación sexual, igual que como aconteciera con los dioses griegos, heroicos y todo eso, pero unos pervertidos. Gracias a esa moralidad hoy en día disfrutamos de una psicología clásica que se adentró en los miedos del ser humano así como sus patologías, y nos mostró lo que verdaderamente eramos, humanos. Gracias a ellos, no gracias a los que en el s.I y ahora con el capitalismo les han precedido, nono, nada de eso.

-El arte más que una representación de la realidad, es una manifestación de esta. El arte nace como forma de manifestar los sentimientos. Pues mismamente hay una cosa cierta, y es que la realidad es un engaño fruto de una mala percepción de esta. Pues la realidad es diferente en cada uno de nosotros, siempre habrá unos y otras que la vean de una forma y viceversa. Por lo tanto, la misión del arte es canalizar lo que cada uno de nosotros y nosotras siente por dentro. Decir lo contrario es propio de los dictadores y de los políticos a los que yo condeno al silencio. Mediante estas palabras doy fe de ello.¡SILENCIO!

-Los enemigos no existen, los enemigos del hoy son los amigos del mañana. Por lo tanto siempre el peor enemigo de una persona será la persona misma. Por nuestra naturaleza humana siempre tendemos a ver gigantes donde en realidad hay molinos. El mundo funciona así, de esta forma. Si el concepto de que por huevos siempre ha de haber un enemigo desaparece, el mundo no sería la mierda tan insignificante que es visto desde el Espacio.

-Una revolución no se hace con partidos políticos. Yo he estado en ellos, he militado, para que engañaros. Y por ende me he dado cuenta de que todos tienen una cosa en común descrita anteriormente, luchar por la libertad. Al final la historia buena conocedora y astuta, otorga el poder a aquellos que lucharon por la libertad fueran de donde ideologicamente fueran, y por tal otorgamiento, termina por hacerles tragar sus palabras convirtiéndoles en tiranos. Se me perdone si por ello me equivoco, pero es que conozco bien la historia del ser humano. Cierto es que sé muy poco comparado con aquellos que saben más que yo. Pero un breve análisis de esta me ha permitido pensar así sin detenerme en batallas, manifiestos políticos, o datos referentes a una determinada población en un momento concreto de la historia.

-Una revolución se hace sin grupos que busquen el poder. El poder solamente corrompe. Podrá sonar a autopía como algún buen amigo me ha dicho en nuestras conversaciones sobre el tema.Pero entonces, es mejor ser sinceros, y decir que no buscamos liberar al pueblo, sino que buscamos esclavizarlo pero a nuestra manera. Así nos ahorramos los sermones de siempre. Por lo tanto la revolución se hará no buscando el poder, sino buscando el bienestar del o de aquel/llos/as que nos rodean. Entonces si que seremos puramente revolucionarios, y consagraremos nuestra revolución a su verdadero fin, la libertad.

-Se verá no a la persona por su condición física, sino por su condición espiritual. Lo físico no es nada salvo en la pureza que emana del espíritu. Entonces habremos de mirar al ser, no a la persona. La persona es materia que nace, folla, se reproduce y muere. En cambio el ser se construye a sí mismo, y sigue perdurando. Pues es ser aquel que consigue desligarse de su cuerpo, y usarlo como manifestación junto a otras artes de lo que siente. Pero en sí es ser aquel que asume que esta por encima de su cuerpo, que lo domina y algún día podrá separarse de él para proseguir su viaje por las estrellas.

HASTA AQUÍ CONCLUYE MI LEY DE LA LIBERTAD DE ALEXANDER ROL JORGE.

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