Juventud cansada, juventud harta y sin futuro...
Los contemplas y ves, como ante la falta de su dios caído, el alcohol, lloran, clamando piedad ante el templo que custodía sus reliquias, su mano benevolente, el estado.
Rezan porque sus vidas están vacías, carentes de sentido...
Sus almas son huecas como el corazón de las piedras, y cuando caen al suelo de la realidad, se fragmentan en lágrimas, secadas por el olvido de un par de generaciones tiradas a la basura, como fruto de un experimento sociológico destinado a esclavizar más y más, a una juventud que se podría rebelar, y tomar el control ya por una vez, de sus vidas, y por ende destino...
Esa es la juventud de mi tiempo.
Los dioses han muerto, ya no queda esperanza.
Una sociedad llama crisis a una situación para olvidar que esta en decadencia, en su final fatal. Toda muerte consciente termina siendo indolora.
Damas y caballeros, bienvenidos al fin del estado y por ende de sus integrantes. Pasen y vean, a una sociedad enferma, en decadencia, consumirse en sus propias llamas. La entrada es gratis, dado que estamos en crisis, jeje.
OSCURIDAD
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