Ríos de tinta corrieron,
a las orillas del Pisuerga fueron,
una navaja, un puñal,
de lágrimas purpuras a las orillas llegaron.
Gritos se oyeron por Zorrilla,
una alma en llanto,
pobre huía,
detrás puñales de oro manchados.
Luceros que en guardia a lo alto,
en las campanas miraban,
como gemía, como moría,
la noche era oscura,
la luna tristona en las nubes lloraba.
Que en una noche de verano,
vieron las aguas del Pisuerga derramar,
lágrimas purpura de un inocente manar,
oculta la luna, de sus ojos estrellas brotaban.
Una noche de verano,
ríos de tinta corrieron,
a las orillas del Pisuerga fueron,
una navaja, un puñal,
un llanto y una rosa.
1 comentario:
Estimado Alexander Rol:
Ya te escribí con anterioridad un comentario crítico sobre tu obra "la vida en sí", pero he de volver a reclamar que por favor dejes a la gente que realmente pueda llamarse poeta componer, porque tus composidciones hacen daño a los sentidos. Mi cerebro se ha visto afectado al, no sin perplejidad e incredulidad, leer "una alma", todavía intento recuperarme de tal golpe.
Aunque siento decirte que no solo este es tu error, sino que tu mayor error es el creer que por bombardear tu obra con palabras, si me premites la redundancia, "biensonantes", este ya va a ser bello y ameno de leer. Pues siento decirte querido amigo, que no tienes ni idea de componer y menos de expresar la idea principal del poema de modo que pueda percivirse con claridad, no tiene ningun sentido.
Me despido con un cordial saludo, no sin antes rogarte que por favor dejes de torturar al mundo con tus frustrados intentos de ser un poeta o un filosofo, por lo menos hasta que sepas expresarte sin recurrir a la abstracción. Gracias
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