
Los corazones arden hermanos y hermanas,
¿no veis acaso a la pasión, izarse por encima de los corazones,
y dar esperanzas al mundo?,
¡sabed quien en verdad sois, que momento es el vuestro
de que la gloria ha llegado!,
pues somos pueblo y somos esperanza,
ilusión eterna que nunca perece,
aquella luz de Apolo que ha venido a la tierra,
a ver crecer a las flores, ¡brilla Sol,
mas y sigue brillando, que mi corazón arda en la alegría,
en la vida, el honor por brillar a tu lado,
al calor de mis hermanos y hermanas!
Y llamada os digo yo que es la revolución,
alegre canto del trinar de las aves,
que irradia el cielo de Valladolid,
el amor que invade nuestros ojos,
la esperanza por un mañana mejor,
que es el ahora nunca y si es mejor dicho,
y tiempos son estos para vivir
lo que nunca antes se había vivido,
generación libre, de soñadores,
los hados gran gloria os han concedido,
y en las estrellas surcan vuestras almas,
lo que un noble recuerdo en el corazón será.
¡Izaos ahora, izemonos por una causa,
de nombre bella ilustre dama,
dama de mil affaires, sagrada semilla la de la vida,
por encima de las montañas, por encima de los cielos,
por encima de las estrellas, por encima de la estelada!,
¡Libertad, libertad, más y clamo clamemos todos y todas,
juntos alegre bella canción es la nuestra,
de vivo y bonachón corazón!
Y que sea gloria la de hijos e hijas,
hermanos y hermanas,
luchando por vivir,
¡que belleza, que belleza,
alegre primavera, alegre el canto de la belleza,
en vuestros ojos reflejada, no tibia sino a la contra,
viva y efusiva!
Esperanza...