
Finalmente, ¿quieres saber cómo no viven largo tiempo?(los hombres) Repara cómo desean la vida larga. Los viejos decrépitos mendigan la añadidura de unos pocos años; s fingen más jóvenes de lo que son; halagasen con la blanda mentira de esta lisonja, tan a gusta se enganchan como si, a una, engañasen también a los hados. Más, si algún achaque les recuerda su mortalidad, se mueren del susto, no como si saliesen de la vida, sino como si de ella a la fuerza se los arrancara. Proclaman su insensatez por no haber vivido, y si salen de la crisis de este trance, prometen vivir en la quietud; comprenden cuan de balde acarrearon lo que no gozaron y cuan en el vacío cayeron todo sus sudores. Y aquellos otros cuya vida discurre alejada de toda barahúndula de negocio, ¿cómo no habrán de tenerla larga? Ni un átomo de ella cedieron a otro; nada disiparon por aquí y allá; nada entregaron a la fortuna; nada se perdió por su negligencia; nada se sutrajo por su prodigalidad; nada les quedó baldío y superfluo; toda entera la vida, por decirlo sí, fue puesta a producir. Por ello, por pequeña que sea, es más que suficiente; por ello, cuando viere el postrer día, el sabio no titubeará en caminar a la muerte con paso recio y firme.